Oriente, particularmente el valle de San Nicolás, muestra un proceso de industrialización, parcelaciones de recreo y “urbanización” del campo, que con los años ha ido tomando proporciones inquietantes. Con notorios riesgos para la riqueza cultural, ambiental y paisajística que ha caracterizado la región.
Esta situación ha sido advertida de tiempo atrás por muchas instituciones y personas; se han realizado valiosos ejercicios de planificación buscando pensar de manera integral su desarrollo, articulando lo urbano, las aguas, los bosques y el campo. A su vez, promoviendo figuras como la provincia o el área metropolitana, que implican procesos políticos y de institucionalización complejos, pero que hay que abordar con decisión. En este propósito...