Cuando se comete un acto inmoral en la calle o en otros lugares públicos, según el nuevo código de policía, su autor se hace acreedor a una sanción. Supongo que si ese acto inmoral se hace en el sagrado recinto del Congreso de la República, con mayor razón merece una sanción ejemplarizante. Más grave aún, si un senador, un exalcalde, un exrector universitario, un educador, un gran contratista del Estado que está obligado a dar ejemplo, comete esta grave falta en presencia de los más altos dirigentes de Colombia y frente a millones de colombianos por medio de la televisión, este acto merece una sanción mayor. Que no nos vengan a decir, como han pretendido, que esa acción inmoral y grosera es parte de la educación que ese ¿señor? está acostumbrado...