¿Qué les pasa por la cabeza? ¿Cuál es el proceso mental que lleva a un gobernante, en ejercicio o en retiro, a utilizar Twitter para derramar su rabia? ¿Cómo es ese tránsito del sentimiento de furia, la acción irreflexiva y la publicación sin filtro de frases que desatan un infierno? ¿Quién los asesora? ¿Se dejan asesorar?
En Twitter -pantalla del matoneo- transitan más estúpidos que sabios y desplazarse por sus líneas es un ejercicio agotador, aunque cabría esperar más altura cuando los trinos salen de sujetos que gobiernan o han gobernado. Sin embargo, dos ejemplos nos refutan: uno extranjero y otro local.
En EE.UU. Donald Trump convirtió su cuenta en un megáfono de machismo y xenofobia. Extraviado por las responsabilidades de su cargo es capaz...