Por SANTIAGO LEYVA BOTERO*sleyvabo@eafit.edu.co
El martes 29 de noviembre, a las 9:15 p.m., cuando escribía esta columna, solo una de las ocho estaciones de medición de la contaminación del Valle de Aburrá aparecía marcada con un punto rojo (denotando un aire muy dañino). Todas las demás estaciones marcaban una calidad del aire “moderada”. Estos indicadores, sin el alarmante color rojo, contrastan ampliamente con la emergencia ambiental vivida durante el primer semestre de 2016, pudiendo llevar a muchos a pensar que lo peor quedó atrás.
Sin embargo, el cambio no es tan claro. Basta con observar que la medición de ayer de la estación del Metro de La Estrella, si se comparara con la base de datos de 3000 ciudades de la Organización Mundial de la...