La venta del paquete accionario que el Gobierno central tenía en Isagén, representado en un 57.61 % de acciones, irá más allá de la enajenación de los 3.032 MW de esa capacidad instalada, representados en las centrales de San Carlos, Jaguas, Calderas, Miel I, Termocentro, Amoyá y Sogamoso, porque se estarían entregando los derechos que tenía Isagén de construir una Central Hidroeléctrica en el río Cauca, la de Cañafisto; una central diseñada para generar 965 MW; un activo estratégico sin duda, que estuvo “a punto de licitarse” y cuyo nuevo propietario, Brookfield Asset Management, actuará como regulador del caudal del Cauca hacia Hidroituango, como ocurre hoy con las aguas del Magdalena en El Quimbo hacia el embalse de Betania.
Es cierto que...