Por Luis Alejandro Gaona M.
Universidad Jorge Tadeo Lozano
Facultad de Com. Social, 4° semestre
@AlejandroGaoona
Es un nuevo día, ya casi son las cinco de la mañana, hace un poco de frío y cuesta levantarse de la cama. La alarma suena una y otra vez, es un tormento porque ese ruido en vez de ayudarte a levantar, te desespera, quisieras seguir durmiendo pero debes levantarte.
Pasan unos minutos y mamá te empieza a llamar, incluso llega a tu cuarto a repetir tu nombre casi cinco veces, hasta lograr que te levantes. Caminas hasta el baño, pasas cerca al espejo y te miras por unos segundos, después te bañas, te organizas y haces la rutina de siempre durante el día. Sin embargo, quiero que pienses en el momento en el cual te miras al espejo o en general...