Tatequieto a comerciantes de la 70, en Medellín, por invadir espacio público
La Alcaldía encontró ampliaciones de negocios de hasta el 30% sobre áreas que deben permanecer libres. Encontraron cerramientos y hasta plataformas en espacio público.
En medio de una inspección que la adelantó la Alcaldía de Medellín al corredor de la 70 encontró en varios puntos un verdadero caos y múltiples infracciones como la apropiación indebida del espacio público.
La jornada, que incluyó inspecciones en entre la 47D y la Circular 1a, permitió a los funcionarios identificar elementos como cubiertas, cerramientos, mobiliario, decks y plataformas instaladas sobre antejardines, configurando ocupaciones irregulares. Estas intervenciones, según denunció la Alcaldía, alteran la función urbanística del área y comprometen aspectos esenciales de seguridad, movilidad y accesibilidad peatonal, especialmente en un punto con alta afluencia de visitantes y actividades comerciales.
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“En la 70 encontramos ampliaciones de hasta el 30 % sobre áreas que deben permanecer libres y estructuras temporales que terminan convertidas en anexos permanentes sin autorización. En esta jornada pedagógica visitamos 50 establecimientos para revisar cada caso y orientar a sus propietarios. El llamado es claro: ningún restaurante, bar o discoteca puede apropiarse del espacio público sin cumplir la norma. Antes de instalar mobiliario o realizar cualquier ampliación en la zona denominada espacio público, acudan a la asesoría del Distrito. Nuestro objetivo es acompañar, prevenir y ordenar; no afectar la economía local, sino ayudar a que cada negocio opere dentro de la legalidad”, expresó el subsecretario de Control Urbanístico, Carlos Trujillo Vergara.
El Distrito precisó que la actividad fue de carácter preventivo, pedagógico y orientada a explicar a los comerciantes cuáles elementos están permitidos y cuáles no, según la normativa vigente, y cómo las ocupaciones irregulares afectan el tránsito peatonal y la seguridad de quienes recorren diariamente esta zona. Además, desde la administración reiteraron que cualquier aprovechamiento económico del espacio público requiere un permiso formal emitido por la autoridad competente, trámite que evita disputas, regula las intervenciones y garantiza condiciones adecuadas para el desarrollo de las actividades comerciales.
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La alcaldía asegura que está haciendo este trabajo de manera permanente para ordenar el territorio, acompañar a los establecimientos y garantizar que las zonas más concurridas de la ciudad se mantengan seguras, accesibles y en armonía con su vocación urbanística. Aunque no hay sanciones, los negocios deberían desmontar su invasión al espacio público de manera inmediata. Así que debería bastar una pronta visita de la Alcaldía para verificar que la 70 se descongestione de tanto uso irregular del espacio público.
¿En qué casos los establecimientos comerciales pueden hacer uso del espacio público?
En Medellín existen figuras urbanísticas que permiten a los dueños y administradores de establecimientos comerciales solicitar permiso para usufructuarse del espacio público pagando al Distrito por ello y mediante unos requisitos específicos. También, en los últimos años, se han implementado nuevas figuras, como las Áreas de Revitalización Económica, que hacen parte del POT a través del subsistema de financiación, y que buscan garantizar la sostenibilidad de las zonas de alto aprovechamiento económico, los llamados clúster de comercio y servicio asentados en sectores como El Poblado, Laureles-Estado, metiéndole regulación efectiva y control de la mixtura de usos de suelo.
Lo que permiten es que el Distrito se asocie con privados, en este caso comerciantes que organizados a través de una ESAL firman un convenio de coadministración del espacio público. Este convenio incluye un modelo de financiación que se nutre de varias formas: aportes voluntarios de los comerciantes asociados, aumento en la carga tributaria y parte de los ingresos que deja la realización de eventos como ferias, bazares y demás esas zonas públicas. Y esos recursos se usan para mejorar mobiliario público, luminarias, seguridad, entre otros.
En agosto de 2025 el Distrito aprobó el primer parklet de Medellín, una estrategia urbanística en la que se interviene una vía con mobiliario como sillas y mesas y macetas, con las que se amplían corredores peatonales y se montan pequeños negocios móviles que son extensiones de bares, cafés y restaurantes, en fin.
Este primer piloto estuvo precedido por una polémica entre los vecinos del barrio Manila, pues la administración distrital no hizo la socialización debida y les tocó a los vecinos enterarse “a la brava” que los responsables de la Tienda de Manila se habían extendido hasta la calle con permiso de la Alcaldía, lo que causó contratiempos en movilidad y mucho malestar en el sector.
En cualquier caso, la conslusión es que sí es posible hacer un uso del espacio público por parte de comerciantes pero exige que sea regulado y que la ciudad reciba una compensación económica por ello y una serie de garantías que, claramente, en la 70 no se cumplen.