Desmantelaron un laboratorio de cocaína que montaron a media hora de Medellín
El operativo ratifica que el perímetro de la capital antioqueña se invadió de estructuras para procesar drogas.
En una mega ofensiva de las autoridades contra el narcotráfico, cayeron en los últimos días cinco laboratorios para el procesamiento de estupefacientes en diferentes partes de Antioquia.
Las operaciones se concentraron en Valdivia, donde el ejército ubicó y destruyó cuatro mini laboratorios que el Clan del Golfo había distribuido en varias zonas rurales del municipio, y que tenían capacidad conjunta para generar ingresos mensuales de más de $100 millones con la distribución de al menos 6.700 dosis. En estos entables, ubicados en las veredas La Raya y Monteblanco, las autoridades incautaron 160 galones de pasta base de coca en proceso, 100 kilos de hoja de coca, 130 galones de ACPM, además de amoniaco, cal y otros elementos para el procesamiento del alcaloide.
Posteriormente, en otro golpe de las autoridades, fue destruido un laboratorio en Girardota, específicamente en la vereda La Mata, a escasos 40 minutos en vehículo de Medellín. A diferencia de los pequeños entables de Valdivia, lo que encontraron los integrantes de la Sijín de la policía metropolitana, junto con la Fiscalía e integrantes del Goes, fue todo un centro de producción con capacidad para producir hasta una tonelada de cocaína a la semana.
El lugar tenía una amplia zona de alojamiento para albergar a 30 personas, con camarotes, lavadoras, cocina dotada y electrodomésticos. El laboratorio tenía 10 hornos microondas, ocho bombas de agua, dos prensas hidráulicas de 25 toneladas, una tolva de decantación, mesas de filtrado y otros elementos hechizos armados específicamente para la fabricación del alcaloide. En total incautaron 170.142 gramos de cocaína, 10.000 pliegos de papel de filtro y 5.000 gramos de base de coca. También incautaron un arsenal de químicos como ácido sulfúrico, ACPM, acetona, ácido clorhídrico, cloruro de calcio, soda cáustica, carbón activado, permanganato de potasio y bisulfito.
El enorme laboratorio le pertenecía a La Terraza, que lo había convertido en uno de sus grandes centros de producción y abastecimiento para “atender” el mercado en el Valle de Aburrá, otras subregiones donde tiene presencia y también para narcotráfico internacional.
Este es el tercer gran laboratorio que encuentran en Girardota en lo que va de este año. Este municipio, tal como lo indican los golpes recientes de las autoridades, se ha convertido en un punto neurálgico en el entramado criminal de varias estructuras. Hace una semana fueron capturadas quince personas señaladas de conformas redes de microtráfico en el Valle de Aburrá.
En Antioquia, entre 2024 y mediados de 2025, las autoridades han destruido y desmantelado más de 1.800 laboratorios y entables para el procesamiento de droga. La mayor cantidad de estos centros de producción han sido encontrados en el Oriente antioqueño, prácticamente en todos los municipios de la subregión, principalmente en ese corredor que ha sido históricamente apetecido por lo grupos ilegales porque conecta el Valle de Aburrá con el de San Nicolás, y más allá la zona de bosques y agua, en los municipios de Cocorná, San Francisco y Granada hasta el Oriente lejano que conecta con el Magdalena Medio.
Según las autoridades y organizaciones sociales, el Clan del Golfo ha montado su conglomerado criminal en el Oriente, apoyando principalmente en la producción de cocaína y la minería ilegal en las principales cuencas de la región.
¿Por qué hay cada vez más laboratorios de cocaína en el Valle de Aburrá cerca a Medellín?
Por otra parte, en el Norte, en municipios como Valdivia y Briceño, también se han desmantelado cientos de laboratorios construidos para cubrir el corredor que va hacia el Nudo de Paramillo, por el que sacan la droga con destino a Centroamérica, a través de las serranías del Abibe, San Jerónimo y Ayapel.
Finalmente, la destrucción masiva de laboratorios en los últimos meses evidencia que en el propio Valle de Aburrá, en el perímetro de Medellín, se está produciendo masivamente. Según expertos como Luis Guillermo Pardo, director del Observatorio de Paz del Politécnico Jaime Isaza Cadavid y presidente de la Corporación C3, este fenómeno podría deberse a que el Valle de Aburrá y su zona cercana se muestra más atractivo para montar esas infraestructuras de producción de droga, por una serie de factores que incluyen la inestable situación de orden público por fuera del Valle de Aburrá, el crecimiento del mercado interno de drogas y pactos sellados entre los jefes de los grupos criminales urbanos para mantener estas operaciones en la zona urbana explican en parte el nuevo florecimiento de estas instalaciones.