Antioquia

La JEP halló en el Urabá tres cuerpos de desaparecidos que habrían sido víctimas de las extintas Farc

La JEP logró la recuperación de los tres cuerpos en el Urabá antioqueño gracias a la información de las familias de las víctimas.

hace 2 horas

La información que logró recopilar una organización que acompaña a víctimas del conflicto armado resultó clave para que la Justicia Especial para la Paz lograra encontrar dos fosas en la que fueron ubicados los restos de tres personas desaparecidas, entre ellas un menor de edad, que habrían sido víctimas de las ahora extintas Farc.

Los cuerpos de tres víctimas de desaparición forzada fueron exhumados en zona rural de la vereda El Cerro, corregimiento de Piedras Blancas, municipio de Carepa (Antioquia), en límites con el corregimiento de Saiza, municipio de Tierralta (Córdoba). La recuperación de las estructuras óseas fue ordenada y dirigida por el despacho de la magistrada Nadiezhda Henríquez, de la Sala de Reconocimiento de Verdad, relatora del Caso 04, que investiga la situación territorial del Urabá, el Bajo Atrato y el Darién chocoano. Tras lo cual el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP realizó labores forenses entre el 10 y el 13 de noviembre de 2025. Encontrar los cuerpos y poner fin a la búsqueda angustiante de las familias fue posible a partir de la información aportada por Corpocodesa, organización que acompaña a víctimas en la búsqueda de sus familiares desaparecidos en el marco del conflicto armado en Urabá, particularmente en hechos presuntamente perpetrados por las extintas Farc-EP.

Lea: María Mercedes buscó durante media vida a su hijo hasta que la JEP la ayudó a encontrarlo

La información suministrada por las víctimas fue analizada por el equipo de expertos forenses del GATEF y por el despacho de la magistrada Henríquez, quienes organizaron, clasificaron y consolidaron datos clave que permitieron ubicar dos fosas clandestinas donde fueron recuperados los tres cuerpos que corresponderían a víctimas de crímenes cometidos en el contexto del conflicto armado.

Según señaló la JEP, uno de los cuerpos podría corresponder a José Antonio Góez Mazo, desaparecido y asesinado presuntamente por exintegrantes de las Farc-EP el 6 de noviembre de 2012, según el testimonio de su esposa. La diligencia fue acompañada por su hija y su hermano, quienes, junto con miembros de la comunidad, aportaron información precisa en terreno sobre el lugar de inhumación y entregaron muestras biológicas para el proceso de identificación que adelanta el Instituto Nacional de Medicina Legal.

También le puede interesar: Explotación sexual y control social: la violencia oculta en el Suroeste

El segundo cuerpo correspondería a Euclides Úsuga García, quien era menor de edad al momento de su desaparición y asesinato en 1994. Los hermanos de la víctima y miembros de la comunidad también acompañaron la diligencia y señalaron el punto donde se encontraba enterrado. En esta misma fosa clandestina fue ubicado el cuerpo de una tercera víctima, cuya identidad aún no ha sido establecida. Los responsables de este crimen también habrían sido integrantes de la extinta guerrilla de las Farc-EP.

Según precisó la JEP, esta nueva recuperación de restos de víctimas del conflicto fue posible con el apoyo de la Gobernación de Antioquia y del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. La articulación interinstitucional con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha permitido avanzar en el esclarecimiento de los hechos del conflicto armado y en la garantía de los derechos de las víctimas, en especial su derecho a la verdad.

El tribunal para la paz precisó que los procesos de identificación forense de los tres cuerpos se encuentran en curso en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Tras ser confirmada la identidad, los cuerpos serían entregados de manera digna a las familias. Con estos hallazgos tres familias podrán encontrar sosiego ante la angustia y la incertidumbre de tener a sus seres queridos desaparecidos.