Capturan en Londres a Zulma Guzmán, señalada de envenenamiento con talio, ¿por qué estaba en un río?
La mujer, que habría enviado las frambuesas envenenadas con talio a dos menores de edad en Bogotá, reapareció en Reino Unido y fue rescatada del río Támesis.
Zulma Guzmán Castro, la mujer que cuenta con una circular roja de Interpol por ser la presunta artífice del envenenamiento con talio a dos menores de edad en Bogotá, fue rescatada del río Támesis, en Londres, tras haber escapado a esa ciudad de Inglaterra, según el diario inglés The Daily Mail.
De acuerdo con el diario, Guzmán Castro fue sacada con vida el martes en la mañana del río Támesis, a la altura del puente de Battersea, en el oeste de Londres. Según se sabe hasta el momento, la mujer había ingresado a Inglaterra el 11 de noviembre y era buscada activamente por la Agencia Nacional del Crimen de ese país.
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Un portavoz de la Policía Metropolitana le indicó al Daily Mail que las autoridades fueron alertadas a las 6:45 de la mañana del martes 16 de diciembre, tras recibir reportes de una mujer en situación de riesgo en el puente de Battersea.
Al parecer, Guzmán Castro presenta lesiones físicas, pero estas no ponen en riesgo su vida. Así estableció el medio anteriormente citado: “la Unidad de Policía Marítima de la Policía Metropolitana rescató a una mujer de unos 50 años del agua a las 07:14 horas y fue trasladada a un hospital, donde posteriormente se determinó que sus lesiones no ponían en riesgo su vida ni implicaban cambios permanentes”.
Guzmán, habría estado antes en varios países como Argentina, Brasil y España.
Según dio a conocer el medio, autoridades colombianas solicitaron apoyo a la Policía del Reino Unido para detener a Guzmán Castro, luego de que esta semana un juzgado de magistrados de Westminster emitiera una orden de captura en su contra.
Tal y como lo establece la información conocida, si su estado de salud lo permite, será puesta bajo custodia para comparecer ante ese tribunal, donde se llevará a cabo eventualmente una audiencia de extradición.
Este complejo caso en el que fallecieron dos menores de edad por el consumo de talio, un veneno imperceptible al paladar humano, conectaría a esta mujer, Zulma Guzmán Castro, con un padre de las menores.
Se trataría del empresario Juan de Bedout Vargas, experto en finanzas y mercado de capitales, quien conoció a esta mujer de forma furtiva en un congreso del gremio realizado en Cartagena, en el año 2018, de acuerdo con las investigaciones preliminares.
La mujer, fundadora de la plataforma de carsharing Car-B, un negocio que buscaba en su momento de socios capitalistas para su crecimiento. Para ello, hasta se presentó al reality de inversores Shark Tank Colombia, donde obtuvo presupuesto para impulsar su marca.
Entre ambos lo que sucedió, y en palabras que compartió el mismo De Bedout en El Tiempo, fue “un enredo” allá en Cartagena. Sin embargo, esa relación se mantuvo secreta, pues el empresario en ese momento era casado, padre de una niña y su esposa, Alicia Graham, padecía cáncer.
Pero, al parecer, este encuentro para Zulma fue muy significativo. Su historia con De Bedout no terminaría aquí.
Los rastros del veneno
Alicia Graham, esposa de De Bedout, sufrió durante años recaídas que inicialmente fueron atribuidas al cáncer y a los efectos de la quimioterapia.
En septiembre de 2020 fue hospitalizada de emergencia y los exámenes revelaron la presencia de talio en su sangre, un metal incoloro e inodoro que antiguamente se usaba como raticida. En ese momento, los médicos se lo atribuyeron a una posible ingesta accidental, ya que no encontraron ninguna intervención externa ni de terceros.
No obstante, en agosto de 2021 la sustancia volvió a aparecer en su organismo durante una recaída ocurrida en un viaje por Europa. Con el cáncer en estado avanzado, Alicia no resistió y falleció. En el parte médico se dictaminó que se trató de una muerte natural.
Tras el sepelio, Zulma Guzmán reapareció en la vida de De Bedout, intentando acercarse mediante mensajes, llamadas y el envío de libros de autoayuda. En 2024, cuando De Bedout inició una nueva relación, Guzmán le escribió por mensaje de texto: “En serio, con cualquier gurre, pero yo no. Qué tamaño de imbécil”. Esta es ahora una de evidencias con las que cuenta la Fiscalía.
El pedido envenenado, el domiciliario y su escape
El 4 de abril de 2025, la adolescente Inés de Bedout, de 14 años, fue hospitalizada por fuertes dolores estomacales en la Fundación Santa Fe de Bogotá y falleció al día siguiente. Poco después murió Emilia Forero, su compañera del colegio Los Nogales, en circunstancias similares.
La investigación estableció que ambas menores compartieron y comieron unas frambuesas cubiertas de chocolate que habían sido enviadas por un domiciliario, uno de los testigos clave de la investigación. Las otras dos personas que probaron la fruta sobrevivieron, aunque con secuelas. Medicina Legal determinó que la causa de muerte fue envenenamiento con talio, tipificando el suceso como un homicidio.
Para Juan de Bedout Vargas, padre de Inés, el caso tomó especial relevancia al coincidir con la muerte previa de su esposa, Alicia Graham, quien también había presentado rastros de talio en su organismo.
Con base en pruebas, testimonios y registros de video, la Fiscalía concluyó que Zulma Guzmán habría comprado las frambuesas por internet el 25 de marzo de 2025 y las habría enviado días después.
El 25 de octubre se emitió una orden de captura y se solicitó una circular roja de Interpol. Antes de eso, Guzmán ya habría salido de país y en medio de su escape, se conoce que estuvo en Brasil, España, Argentina y Reino Unido.
La empresaria negó los cargos en mensajes a sus allegados posteriormente a que se conoció la notificación de Interpol.
Su rumbo era desconocido. Hasta el día de hoy, que se conoció que se le rescató el martes del río Támesis en Londres. Al momento que se recupere de este episodio, la Fiscalía General de la Nación formalizará su pedido de extradición para que atienda en Colombia la investigación que se sigue en su contra.
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