Caso Luis Carlos Galán revive: pistas apuntan a excapo del Cartel de Medellín, Fabio Ochoa
Después de 36 años del magnicidio de Galán, la Procuraduría reúne documentos que relacionarían a Ochoa con el plan para asesinar a uno de los líderes políticos colombianos más emblemáticos del siglo XX.
Uno de los expedientes de violencia más dolorosos en Colombia aún se resiste a cerrarse; pero todo podría dar un giro. Luego de treinta y seis años desde el asesinato de Luis Carlos Galán, la Procuraduría apunta a un nuevo nombre que parecía relegado a los archivos del narcotráfico: Fabio Ochoa Vásquez, uno de los capos del cartel de Medellín, recién regresado al país tras cumplir condena en Estados Unidos.
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El Ministerio Público pedirá que Ochoa sea escuchado como posible integrante del grupo de “Los Extraditables”, la alianza de narcos que en los años ochenta declaró la guerra al Estado y sembró bombas y miedo para evitar ser enviados a cárceles norteamericanas. El magnicidio de Galán, ocurrido el 18 de agosto de 1989 en Soacha, fue uno de los golpes más visibles de esa ofensiva.
Aunque la responsabilidad de Pablo Escobar y su organización ha sido documentada desde el inicio, la Procuraduría considera que el rol de Ochoa nunca fue explorado a fondo. La hipótesis es que su poder financiero y su cercanía con el núcleo duro del cartel pudieron ser determinantes para ejecutar el crimen. El propósito, según reveló El Tiempo, es que el excapo aclare los vínculos entre los narcos, agentes del DAS y mandos policiales que participaron en la operación.
El camino judicial, sin embargo, está lejos de ser sencillo. La Fiscalía deberá decidir si existen elementos para reabrir un proceso bajo la vieja Ley 600, mientras que la Procuraduría prepara informes y testimonios de inteligencia que apuntan a Ochoa. Versiones antiguas de exsicarios como Popeye o el Negro Vladimir resurgen como piezas de un rompecabezas que nunca terminó de armarse.
Desde el Nuevo Liberalismo, la familia del líder asesinado mira la movida con desconfianza. Juan Manuel Galán advierte que este nuevo enfoque podría “distorsionar lo ya avanzado en verdad y justicia” y teme que se utilice para desacreditar procesos anteriores. También duda que Ochoa coopere de manera genuina: “Difícil que alguien que financió la guerra reconozca hoy su papel sin tergiversar la historia”.
Mientras tanto, otros nombres regresan al tablero judicial. El Ministerio Público evalúa citar al también excapo Carlos Lehder y reabrir el caso contra Juan Benito Rodríguez, alias 28, sobrino de Rodríguez Gacha, tras hallarse una prueba sobre su papel en la logística del atentado.
A más de tres décadas del crimen, el expediente Galán sigue respirando. Cada intento por cerrarlo parece revelar una nueva capa de complicidades entre narcos, agentes del Estado y políticos.
Y aunque los protagonistas cambien de traje o de cárcel, el país sigue buscando la misma respuesta: ¿quién mandó matar a Galán?