Colombia

Entre anuncios y rectificaciones: la errática diplomacia de Petro con EE. UU.

En la última semana, varios anuncios impulsivos del presidente sobre la cooperación con Estados Unidos —incluidas amenazas y señalamientos— tuvieron que ser aclarados o desmentidos por su propio Gobierno.

Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia. Experto en asuntos políticos, parlamentarios y de Gobierno. Subeditor de la sección Actualidad.

hace 7 horas

En momentos en los que persiste la crisis e incertidumbre por el futuro de las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, el presidente Gustavo Petro no deja de lanzar mensajes erráticos que siguen erosionando la confianza del que era el aliado histórico del país.

Si bien el jefe de Estado ha realizado sonados y abruptos anuncios –generalmente a través de su tribuna favorita, la red social X–, horas y días después ha tenido que recular, rectificar o cuando menos precisar el alcance de sus declaraciones para no seguir tensando la relación con el Gobierno que dirige el republicano Donald Trump. Hay varios ejemplos que sucedieron esta semana.

El pasado martes, con su amenaza de suspender la cooperación en materia de inteligencia con agencias de Estados Unidos, reclamó una vez más por la ofensiva militar gringa contra lanchas en el Caribe señaladas de transportar narcóticos y decidió romper la colaboración con entre las agencias de inteligencia colombianas y las gringas.

Sin embargo, bastaron poco más de 48 horas para que su ministro del Interior, Armando Benedetti –quien junto a Petro fue incluido días atrás en la Lista Clinton–, tuviera que aclarar y desmentir que se agencias como el FBI o la DEA dejarán de operar en Colombia.

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Incluso, prefirió achacar a los medios de comunicación lo que calificó como “una mala interpretación”.

“Seguiremos trabajando como lo ha hecho este Gobierno en contra del narcotráfico y el crimen con los Estados Unidos”, declaró el encargado de las relaciones políticas, tratando de matizar las declaraciones de su jefe.

Previamente, en contravía de su anuncio inicial, Petro aseguró que “se usa inteligencia norteamericana”, pero bajo la condición de Derechos Humanos “que yo mismo adopto”. Además, reclamó que solicitó una reunión con los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos, “y hasta ahora no ha sucedido”.

Días atrás el presidente también tuvo que hacer otra rectificación tras la controversia desatada por un supuesto plan del senador republicano Bernie Moreno de encarcelarlo.

Aunque en un momento Petro dio a entender que expulsaría al embajador norteamericano, Jhon McNamara y llamaría a consultas al embajador Daniel García-Peña, la canciller Rosa Villavicencio dijo lo contrario.

La encargada del despacho de Relaciones Exteriores fue enfática en que no sería expulsado McNamara –encargado de negocios de Estados Unidos en Bogotá que hace las veces de embajador– ni sería llamado a consultas el diplomático colombiano en Washington: “va a haber simplemente una nota verbal”, dijo en entrevistas radiales.

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Improvisación e inestabilidad

Lo ocurrido esta semana en materia internacional, entre dichos y desmentidas, sin duda puede generar consecuencias para Colombia en el escenario global.

Más allá de salidas en falso o aparentes errores de comunicación, de fondo parece quedar en evidencia no solo que Colombia sería un actor impredecible y con líneas internas de mando poco claras, sino que improvisa, alimentando así la percepción de inestabilidad en la política exterior.

“Esas idas y venidas son una manifestación de inconsistencia. Son decisiones que se interpretan como erráticas y eso es nocivo para la credibilidad de un gobierno tanto en el contexto interno como en el externo.

La constante es un anuncio grande que luego hay que explicar, para posteriormente moderarlo y que un tercero precise que ‘no es así’”, explica a este diario el profesor Juan Nicolás Garzón, experto en relaciones internacionales y economía.

Para el también docente de ciencias políticas de la Universidad de La Sabana, que un presidente tenga que se corregido o matizado por sus funcionarios evidencia improvisación, pero también una “excesiva personalización” de la política exterior en cabeza del jefe de Estado.

“Estas señales muestran un grado de desinstitucionalización y alto personalismo. No es muy clara la estrategia internacional y la postura en funciones de estos ires y venires”, agrega Garzón.

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Otra es la postura de David Castrillón-Kerrigan, experto en política exterior y narrativas estratégicas, quien sostuvo que es común que en política exterior un mandatario anuncie su voluntad y su equipo de trabajo “traduzca” eso en acciones concretas.

“No hubo una ‘echada para atrás’ en pleno. Más bien se hizo una aclaración de lo que se dijo. El lío en muchos casos es que lo que dice el presidente está muy abierto a la interpretación y que los distintos públicos saltan a conclusiones apresuradas”, indicó.

Si bien no desconoce que, de fondo, hay una sensación de improvisación en medio del tire y afloje, el docente investigador de la Universidad Externado advierte que es usual que muchos líderes, en distintos espacios, hagan anuncios y declaraciones que son interpretadas de cierta manera sin que se precise el nivel de especificidad.

Además, declaró que parte del enrarecido ambiente de confusión e incertidumbre también es atribuible al actual Gobierno de Estados Unidos.

“Vivimos en la era Trump y lo impredecible es una parte inherente de su carácter. Es el modus vivendi de la administración Trump de Estados Unidos. Más allá de acciones impredecibles o poco confiables, lo de Colombia podría ser visto como una actitud retadora y rebelde. Eso tiene sus costos”, concluyó.

En medio de las interpretaciones de lado y lado, lo cierto es que estos episodios y el debilitamiento de la cooperación entre ambos países podría terminar afectando a Colombia en áreas clave como seguridad, lucha contra el crimen transnacional e intercambio de información sensible. Sin duda, persistirán las diferencias.