Colombia

Duque presentó candidatos a fiscal ante una Corte incompleta

03 de diciembre de 2019

Luego de siete meses, el presidente de la República, Iván Duque, presentó por fin la terna para suceder a Néstor Humberto Martínez como fiscal general de la Nación. Camilo Gómez, Francisco Barbosa y Clara María González, son sus elegidos como aspirantes a ocupar el puesto más importante de la Rama Judicial en Colombia, pero el nudo en la Corte Suprema de Justicia, tribunal que debe elegir al nuevo fiscal, en vez de mejorar, empeora.

Con la reciente salida del magistrado Rigoberto Echeverri, quien culminó su período el pasado viernes, ya son 7 las vacantes en la Sala Plena. Y aunque el Consejo Superior de la Judicatura ha sido oportuno en entregar al alto tribunal las listas de candidatos para nombrar nuevos magistrados, los togados aún no se ponen de acuerdo para elegir a sus compañeros y se han enfrascado durante 11 meses en un tire y afloje político.

Tras el retiro de Echeverri, las cuentas quedan así: entre un total de 23 magistrados que en teoría deben componer la Sala Plena, quedan 16 en funciones. El nuevo fiscal general deberá ser elegido por una mayoría calificada, es decir, exactamente esos 16 votos o más, lo que implica que la decisión deberá tomarse por unanimidad, algo prácticamente imposible dentro de un cuerpo colegiado.

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Por eso, el presidente Iván Duque había dicho en junio que sería prudente con la elección de la terna, pues “la Corte no está completa. Voy a tomarme esta semana y tal vez la siguiente para esperar que la Corte surta ese proceso de llenar las vacantes”. Hoy, seis meses después y sin que el alto tribunal haya suplido ni una de las sillas vacías, parece que la paciencia de Duque se agotó y terminó por radicar oficialmente su lista de candidatos a fiscal.

Estos son los ternados:

Camilo Gómez

Es el pastranista de la terna. Es el actual director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, y llegó a este cargo de la mano de la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, y del expresidente Andrés Pastrana, de quien ha sido su hombre de confianza.

Aunque empezó en la política apoyando a Álvaro Gómez Hurtado, su carrera ha estado ligada al expresidente Pastrana de quien ha sido su alfil desde hace más de 30 años cuando, en 1988, llegó a la alcaldía de Bogotá.

Representando al pastranismo ha estado en los cargos más importantes de la administración pública. Empezó precisamente en Bogotá donde fue gerente y liquidador de la Empresa Distrital de Servicios Públicos (EDIS), un cambio importante para esta ciudad. Pasó por la Superintendencia de Sociedades en el Gobierno Gaviria.

Acompañó a Pastrana en su primera aspiración presidencial, cuando perdió con Ernesto Samper. Cuatro años después, nuevamente fiel a Pastrana, ganaron la presidencia contra Horacio Serpa, candidato de la continuidad de Samper quien cargó el lastre del Proceso 8.000. En ese momento se convirtió en el hombre de mayor confianza para el mandatario que lo nombró su secretario general.

Fue tal la confianza que más adelante fue nombrado como Comisionado de Paz en la principal apuesta del Gobierno Pastrana, la negociación del Caguán, que finalmente fracasó. Concluido el mandato, con una impopularidad histórica, viajaron los dos a España.

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Regresó como aspirante a la Procuraduría General de la Nación en 2008, pero fue derrotado por Alejandro Ordóñez. Se alejó de la vida pública y se dedicó a su oficina de abogados, litigando en especial en temas de derecho internacional.

Para 2018, se vinculó como candidato a la vicepresidencia de Marta Lucía Ramírez, campaña que fue a contra corriente pues no contaron con el apoyo del oficialismo del Partido Conservador (denominados en ese momento como enmermelados) que le apostó, en su mayoría, a respaldar la reelección de Santos. Sin maquinaria, pero con el respaldo nuevamente de Pastrana, lograron un importante resultado de cerca de 2 millones de votos.

El Pastranismo unificado, y encabezado públicamente por Marta Lucía Ramírez empezó una campaña contra la negociación de paz con las Farc, coincidencialmente, el tema que los había unido entre 1998 y 2001. En ese momento a favor de la negociación, ahora como detractores.

Con Ramírez en la vicepresidencia, llegó como representación de ese pastranismo al Gobierno del presidente Iván Duque, en la oficina de Defensa Jurídica de la Nación. Ahora es una de las cartas para llegar a la dirección de la Fiscalía General de la Nación, cargo que, casualmente, no ostenta un político conservador desde Luis Camilo Osorio, quien estuvo entre 2001 – 2005, justamente elegido en el Gobierno de Pastrana.

Clara María González

Se hizo más visible de lo que era en el país, cuando acompañó al presidente Iván Duque en su campaña presidencial manejando los temas financieros, sin embargo, su cercanía al uribismo es de vieja data, pues trabajó en la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga hace 5 años y fue pieza clave en la campaña de reelección del expresidente Álvaro Uribe en 2006.

Es abogada de la Universidad del Rosario, tiene experiencia en derecho electoral, administrativo y civil y actualmente se desempeña como secretaria jurídica de la Presidencia de la República.

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El voto de confianza que le ha entregado el presidente Duque está cimentado en que esta mujer vallecaucana es una de las artífices de los proyectos anticorrupción del actual gobierno en el que el mismo Duque ha expresado: “Ella ha sido una persona que me ha acompañado en la elaboración de los proyectos de lucha contra la corrupción que se han presentado al Congreso. Ha participado en las iniciativas de directiva presidencial y circulares con el mismo propósito. Tiene gran trayectoria en el derecho, con gran solvencia ética”.

Pero ya había tenido lazos con la familia del presidente, pues fue la encargada de reemplazar a Iván Duque Escobar, padre del presidente Iván Duque, en la Registraduría Nacional.

Cuando ejerció como jurista, fue defensora de la excongresista Yidis Medina en los procesos ante el Consejo de Estado por pérdida de investidura.

Según su hoja de vida, ha sido docente en las universidades del Rosario y Sergio Arboleda, y asesora del Congreso entre 1987 y 1998.

Francisco Barbosa

El consejero presidencial para los Derechos Humanos y los asuntos internacionales es abogado, especialista en Relaciones Internacionales, magíster en Historia y en Derecho Público y doctor en Derecho Público de la Universidad de Nantes, en Francia. Su vida ha estado dedicada a la academia, aunque también ha sido asesor jurídico de varias entidades públicas. Conoció al presidente Iván Duque desde la época universitaria, ya que compartieron aulas en la Universidad Sergio Arboleda.

Durante la negociación entre el Gobierno y las Farc, como también era cercano al exministro Álvaro Leyva, estuvo muy cerca de la negociación de la justicia. Incluso fue autor de un libro sobre la Jurisdicción Especial para la Paz en el cual argumentaba que la JEP no era un tribunal para la impunidad sino para dar verdad y justicia a las víctimas. Poco después fue candidato a magistrado de ese nuevo sistema, sin embargo, no resultó seleccionado por el Comité de Escogencia. Fue el momento en que empezó su giro ideológico.

Ha sido consejero de Duque desde la campaña y a él se le atribuye en parte las objeciones presentadas por el mandatario a la ley estatutaria de la JEP, que se hundió en el Congreso.

Barbosa tiene una ventaja de cara a su candidatura como fiscal general: no tiene mayores impedimentos, que fueron justamente el palo en la rueda durante la administración de Néstor Humberto Martínez. En contra tiene su inexperiencia como litigante ya que ha estado dedicado de lleno a la academia.