Colombia

“Petro está reinterpretando el DIH de manera equivocada”: exnegociador de paz Camilo González Posso sobre bombardeos

El exjefe negociador de paz Camilo González criticó los bombardeos en zonas donde hay menores de edad y cuestiona la estrategia militar del Gobierno.

Comunicadora social y periodista de la Universidad del Quindío, con más de 13 años de experiencia en cubrimientos judiciales y de orden público. Trabajó en Colmundo Radio, Colprensa y Caracol Radio Bogotá, cubriendo la Procuraduría, Altas Cortes, juzgados y la Defensoría, entre otros temas. También trabajó en Caracol Radio Medellín y como coordinadora de comunicaciones en la Alcaldía de Medellín (2021-2023). Actualmente hace parte del equipo de periodistas en la sección de actualidad de El Colombiano.

hace 3 horas

El Gobierno que prometió desterrar los bombardeos en zonas con presencia de civiles terminó recurriendo nuevamente a esa táctica en la recta final de su mandato. El viraje, difícil de conciliar con el discurso inicial de Gustavo Petro, encendió las alarmas de expertos en paz, entre ellos Camilo González Posso, quien advierte que el país está regresando a una estrategia militar que el propio presidente señaló durante años como prueba del fracaso humanitario del Estado.

El giro no es menor. Mientras el Gobierno sostiene que los objetivos atacados pertenecen a estructuras delincuenciales, las operaciones vuelven a concentrarse en territorios históricamente golpeados por la guerra y bajo circunstancias que rayan con el Derecho Internacional Humanitario. En diálogo con El Colombiano, Camilo González, exjefe negociador del Gobierno en los diálogos con disidencias de alias Calarcá, cuestionó abiertamente la estrategia militar y alertó sobre lo que considera una peligrosa reinterpretación del Derecho Internacional Humanitario por parte del jefe de Estado.

¿Qué le preocupa del regreso a los bombardeos, justo cuando uno en Guaviare dejó niños reclutados entre las víctimas?

“Esta discusión sobre bombardeos en general, donde se encuentran niños, es una discusión que viene de atrás. Y lo que estamos haciendo desafortunadamente es repitiendo argumentos. Desde hace varios años se ha considerado completamente contrario al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos el bombardear campamentos donde se ha identificado la presencia de niños que han sido reclutados. Son reclutamientos forzados, tramposos. Los niños están allí en condición de víctimas y están subordinados. Eso está completamente proscrito, tanto el reclutamiento, por supuesto, como el uso de fuerza desproporcionada. En esa operaciones deben prevalecer el derecho a la vida de los niños sobre otras consideraciones como por ejemplo eliminar lo que llaman objetivo de alto valor a un jefe criminal”.

¿Por qué cree que un gobierno que se ha definido como defensor de la vida decide retomar los bombardeos justo en la recta final de su mandato?

“Pueden plantearse muchas hipótesis, pero lo cierto es que han circulado declaraciones atribuidas al presidente que no son coherentes. Afirmar que se puede bombardear o usar fuerza letal superior sin considerar quiénes están en el campamento o cuál es la composición de la unidad atacada no tiene ningún respaldo en el Derecho Internacional Humanitario; simplemente no es válido. En ese sentido, me parece que el presidente o está recibiendo información incorrecta o está haciendo una interpretación equivocada del derecho internacional y de lo que deben ser los derechos humanos en contextos de confrontación armada”.

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Como quien dice “el fin justifica los medios”...

“Aquí estamos ante varios casos. Se ha hablado de cinco regiones donde ha habido bombardeos este año. Y todo esto se ha sustentado en un concepto que el ministro de Defensa, general Sánchez, viene defendiendo con mucha vehemencia, pero que ha sido polémico desde hace tiempo y cuya validez es, por lo menos, discutible. Además, la información que se ha presentado es profundamente contradictoria. En el caso del Guaviare, por ejemplo, por un lado se dice que contaban con inteligencia sofisticada, incluso con apoyo de Estados Unidos.

Esa versión fue publicada en la prensa, donde supuestamente se citan datos de las propias Fuerzas Militares según los cuales la operación fue planeada durante meses, con penetración e infiltración en los activos de ‘Mordisco’ que se movían entre Guaviare y Calamar. Si eso fuera cierto, entonces es absurdo que los soldados hayan sido llevados a una ratonera, sin un plan de evasión, en un territorio con antecedentes gravísimos de masacres ocurridas este mismo año. Ahí está el caso de la columna John Linares, del Estado Mayor de ‘Calarcá’, que atacó una unidad de ‘Mordisco’ y mató a unas 17 personas, varios de ellos niños reclutados en el Cauca, incluso menores indígenas llevados de manera forzada. Eso es un crimen de guerra cometido por ese frente. Todo esto obliga a una investigación interna, rigurosa, que informe bien al presidente, porque hasta ahora lo que se conoce públicamente muestra versiones muy insuficientes y contradictorias. Y evidencia que este método de los bombardeos no solo es riesgoso por el tema de los menores, sino que termina generando más problemas de los que resuelve”.

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¿Por qué, en el contexto colombiano, los bombardeos terminan siendo una táctica tan contraproducente?

“Eso puede estar bien, yo no sé, en otras guerras. Pero en la situación colombiana, con las características de estos grupos —que no tienen campamentos permanentes y cuya mayoría son milicianos o personas vestidas de civil, disfrazadas—, la verdad es que no se puede pensar en aplicar los mismos métodos que se usan en otros países. Yo creo que los bombardeos son muy, muy, muy contraproducentes: no producen resultados de control territorial, ni permiten ganar a la población ni asegurar posiciones. Ocasionalmente generan la muerte de algún jefe, pero justificar un uso tan contundente de armamento para obtener resultados tan pobres me parece completamente contraproducente. Y a eso se suma el problema de que el reclutamiento de niños está generalizado. Eso lo sabemos.”

Usted mencionaba un concepto utilizado por el Ministerio de Defensa para justificar los bombardeos. ¿Cuál es?

“El concepto que ellos usan es un sofisma de composición. ¿En qué consiste? Primero, asumen que si un niño está dentro de una unidad armada irregular, entonces es un combatiente y, por lo tanto, un objetivo militar. Segundo, concluyen que la Fuerza Pública, al enfrentar a esos grupos, estaría autorizada para usar fuerza letal. Y tercero, rematan diciendo que, sea niño o no, es un objetivo legítimo. Ese es el sofisma: generalizan y borran por completo que el Derecho Internacional Humanitario no es un manual para matar. Su principio rector es la protección de la vida, y los niños tienen protecciones y consideraciones especiales. Creo que allí hay una lectura equivocada del DIH. Además, está la idea de “actúen y después averigüen”, que es igual de grave e inconveniente”.

¿Cree que el presidente ha perdido control sobre las Fuerzas Militares?

“Él ha insistido estos días en que las decisiones son suyas y que conoce a fondo el tema. En ese sentido, habría que creer que actúa con pleno entendimiento. Sin embargo, yo considero que está operando con información parcial y que está reinterpretando el derecho internacional humanitario de manera equivocada”.

¿Qué tan efectivo es un bombardeo para dar de baja a ‘Iván Mordisco’?

“Es que a Mordisco ya lo han “matado” varias veces con bombardeos. Eso demuestra que estas operaciones generan falsas expectativas. Creer que van a resolver el problema eliminando a los jefes con bombas es una apuesta que termina desacreditando la acción estatal. Las comunidades, campesinos, indígenas, no están pidiendo más explosiones; están esperando respuestas reales. A estos grupos hay que quitarles el oxígeno. Su economía ilegal, control territorial, capacidad de reclutar. Hay que ganarse a la población, ese es el principio elemental. La acción del Estado no puede desenfocarse. La prioridad no son los objetivos de alto valor; la prioridad es conquistar a la gente con obras, con presencia institucional, con condiciones de vida dignas que demuestren que el Estado social de derecho es el camino”.

¿Cuál es la zona más susceptible a un próximo bombardeo?

“Habrá más según dijo el presidente, esa es la estrategia ahora. Pero sabría dónde, eso forma parte de los secretos de las operaciones militares, pero, de todas maneras, es una situación supremamente crítica”.