Con discursos de “amor” y “hermandad”, Petro insiste al ELN en una paz que no avanza en el Catatumbo
En un acto público, el presidente Gustavo Petro insistió al ELN en reactivar el proceso de paz, en medio de la crisis humanitaria y tras la liberación de 28 secuestrados.
Durante la inauguración del Colegio Universidad de El Tarra, este 3 de diciembre de 2025 en el municipio de El Tarra (Norte de Santander), el presidente Gustavo Petro pidió nuevamente al Ejército de Liberación Nacional (ELN) retomar las negociaciones de paz, un proceso que permanece suspendido desde comienzos de año tras la escalada de violencia en el Catatumbo.
En su intervención, el mandatario envió un mensaje directo a esa guerrilla, al señalar que la posibilidad de reabrir la mesa sigue vigente. “Al ELN le digo, hermanos, hermanas, hagan la paz ya. No hay nada que esperar”, expresó.
El presidente afirmó que el país debe “enseñar cómo se hace una paz”, y sostuvo que avanzar en diálogo permitiría enfocar esfuerzos en educación, producción y bienestar. Retomó además el concepto de “amor eficaz”, atribuido a Camilo Torres, para señalar que la paz implica garantizar acceso a la universidad y oportunidades para los jóvenes en zonas rurales.
Petro también aludió a tensiones recientes con Estados Unidos, luego de las declaraciones de Donald Trump sobre eventuales operaciones militares en territorio colombiano. “Bombazos, misiles ahora, gente que nos insulta, gente que nos humilla. No. Colombia tiene que ser grande, pararse sobre los dos pies, que no se arrodille ante nadie”, dijo.
Diálogos suspendidos, crisis humanitaria y liberación de secuestrados
El proceso con el ELN, reanudado en Caracas en 2022, quedó en pausa en el primer semestre de 2025 tras ataques de esa guerrilla en el Catatumbo y enfrentamientos con el Frente 33 del Estado Mayor de Bloques y Frente. La ruptura fue anunciada por Petro el 24 de julio, cuando cuestionó la falta de voluntad del grupo armado.
La región vive desde enero una de las crisis humanitarias más fuertes en dos décadas. Según registros recientes, los enfrentamientos entre el ELN, el Frente 33 y la fuerza pública han llegado a zonas pobladas y han dejado múltiples afectaciones a la población.
Se han documentado 123 infracciones al derecho internacional humanitario, como ataques indiscriminados, artefactos explosivos, daños a bienes civiles y presencia de minas antipersonal; además de 73 violaciones a los derechos humanos, entre ellas desplazamientos, confinamientos, restricciones a la movilidad y riesgos específicos para mujeres, jóvenes y población migrante.
En este contexto, el ELN entregó a 28 personas que mantenía secuestradas desde enero en distintas zonas del país. La operación fue acompañada por la Defensoría del Pueblo, la Iglesia Católica y la Misión de la ONU en Colombia. Entre los liberados había 17 hombres, 11 mujeres y cinco menores de edad. Solo uno presentó complicaciones de salud derivadas de una herida.
Entérese: Tras casi un año de secuestro, el ELN liberó a 28 personas, incluyendo a cinco menores de edad
Aunque el Gobierno calificó la entrega como un gesto mínimo para recuperar la confianza, reiteró que el ELN debe avanzar hacia un cese total del secuestro y otras prácticas que afectan a la población civil.
Según Insight Crime, el ELN mantiene presencia en al menos 231 municipios de 19 departamentos, con bastiones en Chocó, Arauca y Norte de Santander, especialmente en el Catatumbo. Estas áreas continúan marcadas por economías ilegales, disputas territoriales y movilidad de actores armados.
A tres años del lanzamiento de la política de “paz total”, ningún grupo armado ilegal se ha desmovilizado formalmente. El Ejecutivo señala avances con los Comuneros del Sur, estructura que el ELN considera una disidencia, y mantiene conversaciones con dos estructuras de las antiguas FARC: el Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF) y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB).
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