Colombia

Los hilos de Pablo Escobar en la toma del Palacio: así lo relataron exguerrilleros, capos y testigos

A 40 años de la toma del Palacio de Justicia, nuevos y antiguos testimonios confirman la injerencia de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín en el asalto del M-19, mediante financiamiento y acuerdos previos.

hace 26 minutos

Este jueves 6 de noviembre, justo cuando se cumplen 40 años de los fatídicos hechos de la toma y retoma del Palacio de Justicia, un viejo interrogante vuelve a sacudir el expediente y acrecentar los cuestionamientos: ¿Cuál fue la injerencia del narcotráfico en la barbarie de 1985?

Las miradas, una vez más, están puestas en el capo y jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar. Según se reseña en el Informe Final de la Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia, tras la aprobación del tratado de extradición con Estados Unidos, los jefes narcotraficantes emprendieron una “brutal y sangrienta” lucha en contra de la norma.

“A comienzos de diciembre de 1984, el grupo de narcotraficantes denominado ‘Los Extraditables’ amenazó de muerte al Presidente de la República, a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado y a Ministros. Con mayor intensidad, los Magistrados de la Corte fueron amenazados a raíz de que la corporación emitió concepto favorable a la extradición”, señala el texto.

En esa línea, se reseña que entre 1984 y 1985 miembros de la dirección de la guerrilla del M-19 –organización que a la postre se tomaría el Palacio–, se reunieron en Medellín con Escobar, “recibieron dineros de ese Cartel y realizaron acciones criminales conjuntas”, con todo y que algunos de los integrantes del grupo subversivo no estaban de acuerdo.

Además, se recuerda el rol que jugó Iván Marino Ospina, otrora jefe máximo del M-19, quien reconoció una estrecha amistad y unidad de acción con Pablo Escobar, siendo el único autorizado por el movimiento subversivo para conversar con él.

“Como Comandante del M-19, Ospina coincidió con miembros del Cartel de Medellín en afirmar que por cada colombiano extraditado, sería asesinado un ciudadano estadounidense en Colombia”, precisa el informe, en el que también se recogen testimonios de exguerrilleros como Otty Patiño o Rosemberg Pabón, en los que admiten que “sí hubo una relación de conveniencia” con el Cartel.

Uno de los primeros en reconocer, sin ambages, el rol del narcotráfico en la toma del Palacio fue John Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, uno de los lugartenientes de Escobar que declaró a la Comisión su “patrón” pagó al M-19 inicialmente dos millones de dólares por la toma del Palacio de Justicia, entregándoselos a Iván Marino Ospina; sin embargo, declaró en su momento que no sabe lo que finalmente sucedió con ese dinero.

“Él (Pablo Escobar) le entregó dos millones de dólares a Iván Marino Ospina, pero esa plata fue perdida porque Iván Marino Ospina murió antes de la toma y la plata nunca la encontraron... eso lo decía Pablo abiertamente, para la época él colocaba, más o menos en viáticos y todas las cosas les dio 40 millones de pesos de la época que era mucha plata... todo eso lo manejaba Pinina, que era un hombre super clave... Para ustedes hay un hombre muy importante, es el Arete (Carlos Mario Alzate Urquijo)”, explicó.

Por otro lado, el jefe paramilitar Carlos Castaño contó en su libro “Mi confesión” que presenció en 1985 el acuerdo entre Escobar y el M-19 para la toma. “La extradición está caminando y nos están jodiendo. Vamos a hacer una vuelta y aquí todos tenemos que colaborar. Nos encontramos en la obligación de hacer algo para salvarnos. Existen unos procesos jurídicos muy fuertes contra nosotros en el Palacio de Justicia. Es necesario borrarlos y no dejar huella de nada ante la ley. Tendrán que comenzar de cero y al obtener nosotros poder, nadie se atreverá a denunciarnos”.

En el informe de la Comisión de la Verdad se recuerda también que la expresentadora de televisión, Virginia Vallejo –con quien Escobar sostuvo una relación clandestina–, corroboró los lazos entre el capo y “dirigentes del M-19 antes del asalto al Palacio de Justicia”.

En ese sentido, se advierte además que, previo a la toma, “Los Extraditables” recrudecieron sus amenazas de muerte a magistrados si no votaban por la inconstitucionalidad de la ley aprobatoria del tratado de extradición.

“Al ocupar violentamente el Palacio, Luis Otero y otros comandantes del operativo accedieron directamente y con total prioridad a los costados oriental y nororiental del cuarto piso, distantes del sitio de ingreso, donde precisamente se hallaban los cuatro Magistrados de Constitucional, a los cuales empezaron a llamar en voz alta, por lista, junto con el Presidente de la Corte, Alfonso Reyes Echandía, Magistrado de la Sala Penal, todos catalogados como ‘rehenes fundamentales’ por los guerrilleros, quienes no dieron igual tratamiento, y por el contrario durante largo tiempo se desentendieron de ellos”.

A la luz de todo ello, la conclusión del informe es tajante: “Hubo conexión del M-19 con el Cartel de Medellín para el asalto al Palacio de Justicia”. No obstante, se precisa que no todos sus miembros conocían la conexión con el narcotráfico para la barbarie.