Colombia

Petro y “leales” de su gabinete se quedaron sin visa, pero por ahora Trump no toca a Colombia, ¿lo hará?

Tras el retiro de la visa estadounidense al mandatario colombiano, algunos funcionarios, como la canciller y el ministro de Hacienda, renunciaron a ese documento “por solidaridad” y a otros se las quitaron. ¿Qué efectos tendrá?

Periodista y politólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá. Máster en audio digital y pódcast del Centro de Estudios Superiores Barreira en España. He desempeñado distintos roles en Colmundo Radio, El Tiempo y Noticias RCN. En EL COLOMBIANO cubro al presidente Gustavo Petro y hago investigaciones periodísticas. Cocinero aficionado, melómano y cinéfilo.

hace 2 horas

Aquella frase tan repetida por académicos y funcionarios parece ya no tener vigencia: “Colombia es el aliado histórico de Estados Unidos en el hemisferio”. O por lo menos desde el plano de la diplomacia ya no lo es; en la práctica, la cooperación de los norteamericanos se mantiene a nivel militar y económico, a pesar de que la descertificación parcial al Gobierno Petro en su lucha contra el narcotráfico. Pero la tensión entre quienes gobiernan ambos países aumenta en vez de bajar.

Después de tres días, se están empezando a ver los efectos de que la Casa Blanca le haya quitado la visa al presidente Gustavo Petro. “Le pido a todos los soldados del Ejército de los Estados Unidos no apuntar contra la humanidad sus fusiles (...) Desobedezcan la orden de Trump; obedezcan la orden de la humanidad”, dijo en una plazoleta en Nueva York, con megáfono en mano y escoltado por el Servicio Secreto de EE. UU.

Un efecto inmediato es que la medida también cobija al ministro de Minas, Edwin Palma, quien reaccionó en redes diciendo que “Gaza bien vale una visa”, y a la directora del Dapre, Angie Rodríguez, según reveló este diario.

El presidente Petro reaccionó: “Nos llena de orgullo no tener la visa de un país cuyo gobierno apoya un genocidio”, refiriéndose a lo que ocurre en Gaza por parte de Israel.

Se prevé que también aplique contra otros funcionarios aunque algunos se adelantaron este lunes. Por “solidaridad” con Petro, por ahora, en el grupo de quienes renunciaron a la visa norteamericana —en orden cronológico— están Augusto Cubides (secretario jurídico de Presidencia), Rosa Villavicencio (canciller), Germán Ávila (ministro de Hacienda) y Cielo Rusinque (superintendente de Industria y Comercio).

Hay algunos funcionarios que no tienen visa –como los ministros Armando Benedetti o Antonio Sanguino– y otros que sí tienen, pero lo están pensando. “No sé, estoy pensando si es lo más conveniente, no para mí sino para el cargo”, le dijo a este diario bajo reserva una funcionaria del Estado que por sus tareas tiene constante diálogo con organismos y fundaciones con sede en Estados Unidos.

Si fuera por el ministro Benedetti, según dijo este lunes, todo el gabinete debería renunciar a su visa. “Debería haber la solidaridad por parte de todo el gabinete y de los funcionarios del Gobierno que estén comprometidos con el presidente ante esa injusta o no debida quitada de visa que tiene una connotación política dentro del marco de las Naciones Unidas, que nunca debió haber sucedido”, señaló el jefe de la cartera política.

La “lealtad” a toda prueba no se reduce al gabinete sino que se extiende entre políticos cercanos al corazón del jefe de Estado. Este fin de semana, el exalcalde de Medellín y precandidato presidencial del Pacto Histórico, Daniel Quintero, criticó la medida de EE. UU. sobre la visa de Petro y dijo que si era necesario él también renunciaría a ese documento.

Como respuesta en la red social X, Christopher Landau, subsecretario de Estado, contestó a Quintero con una escueta expresión: “A la orden” y adjuntó una imagen de un reflector al estilo de Batman que decía “El quitavisas (sic)”.

Más allá de la visas

Desde hace meses, el presidente Petro ha mencionado en sus alocuciones o Consejos de Ministros que a él no le importaba que le quitaran la visa. Al punto de que alguna vez, refiriéndose a una visita del ministro Ávila (Hacienda) en ese país, dijo que él “creía” que ya se la habían quitado, lo que no era cierto en ese momento.

En la práctica, sin embargo, que la canciller y el ministro de Hacienda no tengan visa norteamericana no es un asunto menor desde la posición de Colombia. Para entenderlo, EL COLOMBIANO buscó a varios expertos.

En primer lugar, el excanciller Julio Paredes dice que la situación es “muy complicada para ella (ministra Villavicencio) porque un canciller debe viajar con frecuencia a Estados Unidos como a otros países con los que tenemos una relación especial”. Incluso, el efecto podría llegar hasta la relación con otros gobiernos que verían con malos ojos este antecedente. Por lo pronto, los canales diplomáticos entre Estados Unidos y Colombia no están rotos.

En el caso de Hacienda, que es una de las carteras más importantes para cualquier país, las repercusiones prácticas tienen otra dimensión.

Según le explicó a este diario José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y Comercio en el Gobierno Duque, renunciar a la visa “es una equivocación profunda (...) no entiendo ese respaldo de cuerpo a un jefe de Estado al que le retiraron la visa porque al final el que pierde es el país”.

Lo anterior, agrega el exministro (encargado) de Hacienda, Juan Alberto Londoño, implica que en un momento en que Colombia enfrenta un problema de déficit fiscal, busca financiamiento y está pagando uno de los intereses más altos de la región, no tendrá la posibilidad de sentarse con ninguna de estas instituciones a conversar y negociar condiciones.

“Esto puede ser un riesgo inmenso para colocar nuestra deuda y para el acceso a los mercados. Es aislarse de la forma más irresponsable del mundo financiero (...) Es la decisión más irresponsable que puede existir”, señala Londoño.

Otras opiniones, como la del politólogo y profesor de la U. Javeriana, Humberto Librado, apuntan a que en estos 10 meses de mandato que le quedan al petrismo, este tipo de coyunturas son exámenes internos que tendrán efectos también en las elecciones legislativas y presidenciales. “Si bien se enarbolan hoy las consignas relacionadas con la situación en Gaza, no se había hecho ninguna manifestación de cada funcionario en este sentido previamente”, dice el profesor.

Desde el Gobierno, el funcionario que salió con más contundencia a defender y justificar a Petro fue el vicecanciller de asuntos multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir. “El llamado que hizo Petro fue a la resistencia respecto del genocidio, no ha hecho un llamado de derrocar a Donald Trump, a hacer un golpe de Estado”, repitió en entrevistas radiales.

Este diario le preguntó a Jaramillo si renunciaría también a su visa estadounidense, pero no hubo respuesta.