Salud

Atención a las molestias de la gastritis

¿Un dolorcito en la “boca del estómago”? El internista, gastroenterólogo y hepatólogo Luis Gonzalo Guevara Casallas, explica por qué no hay que dejar pasar por alto esta molestia.

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15 de agosto de 2017

¿Qué es la gastritis?

“El cuerpo tiene un recubrimiento externo y otro interno. El externo es la piel, con sus características: produce sudor, tiene pelos y glándulas. El recubrimiento interno es similar a la piel, sin pelos ni sudor, y produce un moco protector llamado mucosa. Así como cuando una persona se expone demasiado al sol, o alguien con una piel muy sensible se pone gasolina o un detergente muy fuerte, le puede dar dermatitis, cuando se inflama la mucosa que recubre el estómago se genera la gastritis”.

¿Por qué se produce?

“Hay diferentes tipos de gastritis, según su origen. Hay una gastritis por exceso de ácidos. Una persona normalmente produce en el estómago ácido clorhídrico, pero hay ocasiones en las que, por estrés o por otra enfermedad, se produce demasiado de este ácido y esto puede ocasionarle gastritis. Otro caso es el de las personas que por un reflujo biliar acumulan mucha bilis en el estómago, generando una gastritis alcalina. El Helicobacter pylori puede también ser la causa de una gastritis bacteriana. La gastritis química se produce al ingerir una sustancia corrosiva y la medicamentosa es producto del consumo de algún fármaco en estómagos muy sensibles”.

¿Crónica o aguda?

“Una gastritis aguda es la que da por primera vez. Por ejemplo, porque tenías un dolor en una rodilla y tomaste muchos medicamentos antiinflamatorios y eso, químicamente, dio origen a la enfermedad. La crónica, por su parte, hace referencia a personas que tienen síntomas muy persistentes durante meses o años”.

¿Cuáles son los síntomas?

“El principal síntoma es un dolor en un sitio al que comúnmente las personas llaman ‘la boca del estómago’, en el centro del abdomen, que técnicamente se denomina epigastrio. El dolor puede ser de diferente intensidad y lo describen como un vacío y un ardor en esta zona. También puede presentarse náuseas, malestar abdominal, intolerancia a algunos alimentos, sensación de llenura, inapetencia, entre otros”.

¿Cómo se diagnostica?

“El diagnóstico real de una gastritis, especialmente de la crónica, se hace mediante una endoscopia en la que se determinan sus características y magnitud; se toma además una biopsia para encontrar qué tipo de gastritis es: química, bacteriana, alcalina, etc. La endoscopia es fundamental para saber que sí se trata de una gastritis, ya que los síntomas pueden ser los mismos de algo peor, como un cáncer gástrico. Un diagnóstico a destiempo puede desencadenar también en una úlcera gástrica y duodenal”.

¿Cuál es el tratamiento?

“Dependerá del tipo de gastritis. Si la persona tiene una gastritis crónica y es de tipo medicamentosa o química, la solución principal es suspender el agresor y tener mucho más cuidado con el consumo de fármacos y antiinflamatorios; si en la gastritis tiene una alta incidencia el estrés, la persona tendrá que aprender a controlarlo; si, por el contrario, en la gastritis está influyendo de manera preponderante el hecho de que la persona sea desordenada en su alimentación, deberá cambiar sus hábitos en este sentido; y si es por el Helicobacter pylori, tendrá que iniciar un tratamiento con antibióticos, como ya está establecido”.

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Claves para prevenirla

Dieta sana: rica en frutas y verduras, que aporten fibra; incluir proteínas, carbohidratos, todo en equilibrio. Evite alimentos grasosos, procesados, muy condimentados o picantes.

A tiempo: no pase largos periodos sin consumir alimentos. Tome un buen desayuno, un almuerzo mediano y una comida pequeña. Y, entre comidas, incluya un refrigerio saludable. ¿Ideas? Fruta, yogur, semillas, etc.

Sin excesos: el cigarrillo y las bebidas alcohólicas son irritantes para el estómago y, eventualmente, pueden colaborar con la aparición de la gastritis. En caso de consumirlos, hágalo con moderación, sin excesos.

No se automedique: el consumo de medicamentos sin prescripción médica, como aspirina, ibuprofeno o antiinflamatorios, puede irritar la mucosa del estómago y dar origen a la gastritis.

Bajo control: es fácil decirlo y difícil aplicarlo, pero mantener el estrés a raya es otra clave para prevenir la enfermedad. Respire, cuente hasta diez y mantenga la calma.