Colombia

¿Qué está pasando en la U. Externado? Elección desató debate sobre libertad de expresión por el conflicto en Gaza

En redes sociales se hizo viral un video en el que, a la salida del auditorio del edificio C-D, un grupo de estudiantes se atacaba por medio de gritos e insultos. Pero, ¿qué sucedió?

hace 13 minutos

Andrés Montoya, estudiante de la Universidad Externado de Colombia, en Bogotá, es uno de los líderes que, dentro de la institución, promueve la concientización de la situación de crisis humanitaria que viven los habitantes de la Franja de Gaza.

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Sin embargo, lo que comenzó con una recolección de firmas para una carta en la que el estudiantado le pedía al rector Henrique Parra Nieto emitir un pronunciamiento sobre la postura de la Universidad frente al genocidio que se está cometiendo en Palestina; terminó en una pelea física y verbal entre varios estudiantes.

Según Montoya, en medio de una jornada electoral, un joven al que se refirió como Nicolás le dijo que, a pesar de su activismo a favor de Palestina, si iba a aquel país lo matarían “a punta de piedra”. Y es que, según su perfil, Montoya hace parte de la comunidad LGBTI.

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Su respuesta fue la siguiente: “Se llama pink washing. Israel también mata a personas desde el Ejército”. El pink washing, mencionado por Montoya, es una estrategia de marketing o comunicación en la que gobiernos, empresas u organizaciones utilizan el apoyo superficial a causas LGBTQ+ para mejorar su imagen pública, mientras ocultan o distraen de prácticas negativas o discriminatorias.

Nicolás se observa en varios videos gritando “libertad” y alzando las manos, alentando a otros para que se unan a su clamor. En ninguno de los videos pasa desapercibida su gorra rojo brillante, con las palabras “Make America Great Again” bordadas en ella. Mientras grita libertad, le gritan “facho” y “fuera”.

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Para defender a Nicolás, otro estudiante aparece en escena. No se conoce su identidad, ni qué pasó antes de lo que quedó registrado en video, pero aparece haciendo un gesto obsceno con la mano. Mientras tanto, alguien le dice “hijueputa”.

Los hechos desataron polémica dentro y fuera de la institución, asegurando que las universidades deberían ser espacios en donde se pueda debatir sin recurrir a la violencia.

Otros, de manera nostálgica, recordaron las bases fundacionales de la universidad: el Externado fue concebida como un espacio de ideas liberales. Para los menos nostálgicos aquello sigue siendo cierto, pero no debería cerrarse el debate con personas de otras corrientes políticas.

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Esteban Salazar, egresado de la carrera de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, aseguró: “Hay que ver las dos perspectivas del mundo, hay que tener la información de los argumentos pero no recurrir a ataques personales”.

Por otro lado, en su cuenta de X, Montoya aseguró: “Hoy la Universidad Externado me inicia un proceso disciplinar por denunciar actitudes fascistas y la persona que comenzó todo, sigue en la universidad con su cachucha de Trump. Aquí se persigue quien les desacomoda su status quo. La institucionalidad también es cómplice”.

Este proceso disciplinario ha sido catalogado como un ataque a la libertad de expresión, y piden que el comportamiento del estudiante reconocido como Nicolás también sea revisado.

Por el momento, la Universidad Externado no se ha pronunciado públicamente sobre el altercado que hubo en sus aulas.

Entre tanto, Montoya sigue recogiendo firmas para la carta en donde pide que el rector Parra se pronuncie sobre su postura hacia la situación de Palestina debido a que, en 2023, se reunió con el embajador de Israel para “estrechar relaciones”.

Según Montoya, ese sería el origen de “la censura a la conversación sobre el genocidio en Gaza”. Esta es la carta (que también fue enviada como derecho de petición).

”El pasado 21 de agosto, la Organización de las Naciones Unidas, a través de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), declaró oficialmente la existencia de la hambruna en Gaza (...) Actualmente más de medio millón de personas enfrentan hambre extrema en Gaza y, según los reportes de los organismos humanitarios, más de 18.000 niños palestinos han sido asesinados”, reza la comunicación.

Ni el rector ni la universidad se han pronunciado sobre este tema.