“Quiero que me recuerden como un bacán”: César Mora en Itagüí
El actor y músico caleño recibirá un homenaje del Festival de Cine de Itagüí. Por más de treinta años ha sido uno de los emblemas de la televisión nacional.
Periodista, Magíster en Estudios Literarios. Lector, caminante. Hincha del Deportes Quindío.
César Mora fue criado por su madre para ser artista: desde muy pequeño se le enseñó a no temerle al escenario. En el colegio era el primero en levantar la mano cuando los profesores preguntaban por el voluntario para participar en la obra de teatro o para cantar en el concierto del acto académico.
Desde entonces su vida de actor y música ha transcurrido en los escenarios, frente a las cámaras del cine o ante los ojos de los espectadores del teatro. Por esa trayectoria, los organizadores del Festival de Cine de Itagüí han decidido rendirle un homenaje en su séptima edición, que comenzó el 26 de septiembre e irá hasta el 29.
Le puede interesar: Un concierto para homenajear a Los Hispanos, pioneros de la música urbana de Medellín
“Yo nunca tuve dudas de lo que quería hacer con mi vida. Sabía que mi camino era la actuación y el canto. Y lo curioso es que mi madre jugó un papel crucial en esto. Ella siempre quiso ser artista, pero no pudo, así que me proyectó ese sueño a mí. Desde que yo era pequeño, me enseñaba canciones y monólogos para que los recitara en la escuela. Mi madre me matriculaba en cada colegio y decía: ‘Él canta, él actúa’. Entonces, ahí iba yo, cantando lo que ella me enseñaba. Mi primera canción fue Campanera, y a partir de ahí, no paré”, dice el artista nacido en Cali, pero desde muy joven radicado en Bogotá.
Aunque algunos le han cuestionado la doble naturaleza de su arte –la música y la actuación–, Mora ha descubierto que es tan músico como actor. Su nombre está vínculado al grupo Teatro Libre de Bogotá y al Son del Pueblo, instituciones culturales colombianas que surgieron en medio de los debates y la creatividad de los años setenta y ochenta, cuando la juventud enarboló las banderas de la salsa, el amor libre y la revolución.
“Yo crecí en un ambiente politizado, como muchos en mi generación. Viví en un barrio donde la organización comunitaria y el teatro de contenido social eran fundamentales. A través de la política llegué al Teatro Libre. Sin embargo, con el tiempo mi posición ha madurado. Mi política hoy tiene que ver con la justicia, la verdad y la lucha contra la corrupción, que me duele mucho ver cómo ha afectado a nuestro país”, rememora César.
Le puede interesar: Conozca a Gildardo Montoya, el que creó “El arruinado”
En el recuento de su vida, hay dos personajes vitales. Uno es el director de televisión Pepe Sánchez, que lo introdujo en el circuito de la pantalla chica. Fue el responsable de darle su primer papel, en la serie El confesor. También lo invitó a participar en la legendaria Romeo y Buseta, la comedia neocostumbrista en la que Mora construyó su personaje a partir de los recuerdos que tenía de un vendedor callejero de Cali. El segundo personaje es Jaime Garzón, el comediante político que hizo la canción Candela, de Mora, su himno. Es muy difícil recordar a Jaime sin que se venga a la mente la escena en la que cantó ese epitafio salsero en el programa Yo, José Gabriel. “Yo fui amigo de Jaime, pero de la bohemia, de la rumba. Un mes antes de su muerte me dijo que deberíamos montar un show en el que yo hiciera la música y él la payasada”.
A pesar de los reconocimientos –que suelen darse al final de las carreras artísticas–, César Mora no se queda quieto. Tiene en Bogotá un show en el que cuenta la banda sonora de su vida, aquellos boleros que dejaron huella en su periplo. Y también escribe cuentos, aunque lo hace, de momento, para él, sin la intención de publicarlos alguna vez.