Latina Stéreo: trinchera de la salsa y la alegría
Latina Stéreo cumplió 40 años. Así se convirtió en la emisora favorita de los salseros de Medellín.
Periodista. Magíster en Estudios Culturales de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha escrito en diferentes medios de comunicación colombianos como VICE, Pacifista, El Espectador y El Colombiano.
Latina Stéreo es un fenónemo. La emisora, que el pasado 31 de octubre cumplió 40 años al aire, es la trinchera de la salsa en Medellín, la emisora emblema y por lo tanto, la entrada un territorio disperso que sólo congrega esa música, el gran Caribe Urbano.
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Cabe aclarar: la salsa es más que música, o mejor dicho, es la música que redefinió el espíritu de la región, como escribió el cubano Leonardo Padura en el prólogo del Libro de la salsa, de César Miguel Rondón.
La salsa, escribió Padura, transformó “para siempre la expresión musical del Caribe, enriqueciéndola con una perspectiva urbana, barriotera, descarnada, como le correspondía a la nueva realidad que se vivía, y con una concepción musical en la que todo cabía, como expresión suprema de un nuevo y potente mestizaje cultural”.
Este género es la expresión de lo que somos, y Latina Stéreo lo sabe bien, por eso se ha convertido en un referente y está en todas partes, en las novelas de Gilmer Mesa, en los cuentos de Luis Miguel Rivas, en las canciones de AlcolirykoZ y en la piel de los más fieles que han llegado incluso a tatuarse el logo de la emisora.
–Latina es una pasión, es un estilo de vida, es una cultura que se impregna hasta en el menos salsero–, dice Mary Sánchez, locutora de la emisora.
–Latina es un sueño, un sueño hecho realidad, porque cuando uno conoce la casa salsera quiere pertenecer de alguna manera–, dice Dany Gallego, también locutora de Latina.
Latina es el desparpajo de Jairo Luis, el lengendario locutor, el hombre que le puso el tono a la emisora, esa forma única de decir las cosas, como si fuera una conversación entre amigos, con esa naturalidad y desenvolutra de los que se conocen hace años.
Jairo todavía se acuerda de esa historia, que la primera canción que anunció en la emisora fue Cangrejero de Chirivico Davila y que en esos primeros días no sabían a quién poner de locutor. Entonces se tiraron al agua él y Elmer Vergara.
–Un viernes llamó un muchacho que estaba en el 12 de Octubre y nos dijo, oíste hombre, es que aquí estamos tomando cerveza, estamos muy contentos, esa emisora es muy buena, que salsa tan buena, que música tan chévere, aquí estámos con el Mono, el Ñato, el Negro, el Cojo... y me dijo un poco de nombres, entonces cuando yo entré al aire, entré en el tono que tenía el tipo, que estaba tan contento y diciendo, bueno, un saludo para la gente del 12 de octubre, que están tomando cerveza y estan muy contentos en sintonía con Latina Stéreo... y arrancamos así, entonces Elmer me dice, así es que la quiero, hacelo así. Y llevamos 40 años haciendolo de esa manera –dice Jairo Luis.
Latina entiende como nadie el espíritu de la salsa, esa bacanería a pesar de todo, esa mezcla entre campesino y camaján, esa nostalgia caribeña.
El gran triunfo de la salsa, dice Padura, es la “capacidad que tuvo para dar voz y expresión, sentido y ritmo a un sector del Caribe que solo podía expresar sus sentimientos, frustraciones, esperanzas y hasta aspiraciones políticas con música, canto y baile”.
Latina, el sonido de las palmeras, es un pedacito del Caribe en Medellín.