Fútbol

Lautaro Rivero: de vender alfajores antes de la Copa América 2024, a jugar con la Selección Argentina de mayores

El futbolista, de 21 años, es uno de los convocados del seleccionado argentino que juega este viernes contra Venezuela en Miami (7:00 p.m.).

Periodista de la Universidad de Antioquia con énfasis en periodismo narrativo. En El Colombiano cubro deportes. He sido enviado especial a partidos de la Selección Colombia en Barranquilla. También a eventos de ciclismo como el Clásico RCN, Tour Colombia, Giro de Rigo, partidos de tenis, carreras de atletismo, natación, gimnasia, tiro con arco. He cubierto 7 finales del fútbol colombiano (6 in situ) y el Mundial de Qatar. Sigo la actualidad del DIM, Nacional y deportes del ciclo olímpico. Hago perfiles de deportistas. Presentador de El Debutante y realizador para redes sociales. Tuve un paso por el equipo digital: escribí breaking news.Trabajé en el programa Ángulo Deportivo de la emisora cultural de la UdeA. Escribí para La Oreja Roja y La Cola de Rata sobre migración, política internacional, economía y deportes. Fui voluntario de la Revista Arcadia en 2018. Produje y edité un podcast en serie llamado Duplas. Lector, salsómano y amante de sufrir en bici.

hace 48 minutos

Para vivir el sueño de su vida, Lautaro Rivero tuvo que pagar un precio caro. Ahora, con 21 años, el volante de River Plate está en Miami con la Selección Argentina de mayores que dirige Lionel Scaloni. Hace poco más de un año, antes del 2 de junio del 2024, el joven futbolista salía de entrenar en el predio del “cuadro millonario” y, tras un recorrido de más de una hora en bus, llegaba a su pueblo a vender diferentes productos en los semáforos.

Rivero nació y creció en Moreno, un municipio del Gran Buenos Aires ubicado a 43.6 kilómetros de la Capital Federal de Argentina. Ese lugar es, de acuerdo con información del diario El Clarín, es el territorio con mayor índice de pobreza de la zona contigua a la gran ciudad de ese país.

Para dimensionar: en el lugar, 8 de cada 10 casas no tienen sistema de tuberías subterráneas para evacuar aguas residuales. Además, en 6 de cada 10 hogares no hay red de gas, por lo que la mayoría de gente compra pipeta. Las calles, en su mayoría, no están pavimentadas y, aunque en los últimos años se han creado parques industriales cerca, no todas las personas trabajan.

Además, las familias son numerosas. En la de Lautaro Rivero hay cinco hermanos. Sostenerlos a todos no era fácil. Por eso el futbolista que estará presente este viernes el partido amistoso de la Selección de su país contra Venezuela, programado para las 7:00 p.m., trabajó en la calle desde pequeño.

¿Cómo ha sido el camino de Lautaro en el fútbol profesional?

Se levantaba a las 5 de la mañana. Se alistaba y esperaba, en la esquina de su casa, el bus que lo llevaba a Buenos Aires. Entrenaba. Cuando terminaba, regresaba y compraba cajas de alfajores –producto insignia de la panadería dulce argentina–, flores, cuadernos, dulces, para vender en las paradas de los semáforos.

Lo hacía con disciplina. “No me bastaba solo con ir al club a entrenar por las mañanas”, dijo en charla con la radio de Fox Sports, a la que le contó la historia. Sabía que ese esfuerzo lo ayudaría a dar el paso que cambiaría su vida, “solucionar los problemas”.

En redes sociales circula una selfie suya con una caja de alfajores en la mano. No se sabe de qué día fue, pero todo apunta a que se tomó a inicios del 2024. A mediados de ese año, los directivos de River Plate tomaron la decisión de cederlo a Central Córdoba, para que sumara minutos profesionales.

Aceptó. Ya tenía 20 años (los cumplió el 1 de noviembre del 2023). No podía desaprovechar la oportunidad. Debutó el 2 de junio de 2024. Quedó campeón de la Copa de Argentina con ese club.

El equipo clasificó a la Copa Libertadores de este año. Vencieron a Flamengo en el Maracaná de Río de Janeiro. Rivero fue figura. En junio, antes del Mundial de Clubes, Marcelo Gallardo pidió a River que lo trajera de nuevo. Llego y con esfuerzo se ganó un puesto entre tantas figuras. Es titular. Ha brillado. Por eso Scaloni lo llamó a la Selección y ahora vive el sueño por el cual, desde niño, pagó un precio caro: el fútbol le ganó a la pobreza.