Turismo

Así impulsa la Feria de las Flores el turismo rural en Santa Elena, Guatapé y Jardín

Así lo reveló un informe reciente de la plataforma de reservas Civitatis, que reporta un aumento del 27 % en las búsquedas de actividades turísticas en estos tres municipios durante estos días.

hace 7 horas

La Feria de las Flores, que se celebra del 1 al 10 de agosto, espera la llegada de cerca de 60.000 turistas internacionales, según proyecciones de la Alcaldía de Medellín. Pero más allá de la ciudad, el evento está fomentando una dinámica distinta: la de los viajeros que buscan experiencias auténticas en territorios cercanos, donde la cultura se vive desde la cotidianidad y el arraigo.

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Explorar más allá del punto de llegada es una tendencia muy marcada entre los turistas internacionales. Este es un tipo de viajero que, además de entretenimiento, busca experiencias con sentido, momentos que generen conexión y autenticidad —explicó María Carolina Padilla, country manager de Civitatis—. Y Antioquia es el destino ideal para este propósito”.

En ese sentido, los lugares que más interés han despertado entre los visitantes durante la Feria de las Flores son Santa Elena, Guatapé y Jardín, que curiosamente combinan tradición, naturaleza y experiencias auténticas.

Santa Elena: la raíz campesina de la Feria

Santa Elena es el corazón simbólico de la Feria de las Flores. Allí, entre montañas cubiertas de neblina y cultivos de flores, nació la tradición silletera que hoy es patrimonio cultural inmaterial de Colombia, y aunque el desfile en Medellín es el evento más visible, la experiencia más profunda ocurre en las fincas de este corregimiento, donde las familias preparan las silletas con esmero y orgullo.

Esto porque, durante la feria, se ofrece un tour exclusivo en el que los visitantes pueden participar del proceso: elegir flores entre más de 25 variedades, aprender sobre la historia de las silletas y montar una junto a los artesanos.

Guatapé: sabores, paisaje y memoria

Guatapé, por su parte, ha incrementado su demanda turística durante la feria, gracias al flujo de visitantes que buscan expandir su itinerario más allá de Medellín. El recorrido más popular incluye paradas en Marinilla, El Peñol y el Alto del Chocho, donde se degustan productos locales como pan bobo con chocolate, tomate de árbol con panela o fiambre antioqueño.

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La jornada culmina con un paseo en barco por la represa Peñol-Guatapé y una caminata por el centro histórico, famoso por sus zócalos coloridos. También se visita la Piedra del Peñol, uno de los íconos naturales del oriente antioqueño.

Jardín: arquitectura, café y comunidad

Al suroeste del departamento, Jardín también se consolida como un destino estratégico durante la Feria de las Flores, pues reconocido por su arquitectura colonial, su cultura cafetera y su belleza natural, este pueblo es considerado uno de los más bonitos de Colombia.

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El tour a Jardín inicia en Medellín y atraviesa municipios como Hispania y Andes, conectando al visitante con zonas productoras de café. Una vez en el pueblo, el recorrido a pie permite conocer la Basílica de la Inmaculada Concepción, la Casa de los Dulces y el tradicional Café Macanas. Todo concluye con un almuerzo típico que celebra los sabores más representativos de la región.

Turismo con identidad, más allá del espectáculo

Este auge del turismo rural durante la Feria de las Flores revela un cambio en las motivaciones del viajero contemporáneo, uno que dice que más allá del desfile y los conciertos, existe un interés creciente por conocer el origen de las fiestas, las comunidades que las sostienen y los paisajes que las inspiran.

En ese sentido, destinos como Santa Elena, Guatapé y Jardín no solo se benefician económicamente, sino que se posicionan como territorios culturales donde el turismo es una vía para preservar la identidad.