Medellín

Adjudicaron licitación de $70.000 millones para arreglo de vías en Medellín, ¿quién se quedó con el contrato?

El proceso tuvo varios aplazamientos, además de pedidos de aclaración por parte de la Personería y de la Procuraduría.

20 de junio de 2023

Luego de un proceso accidentado, minado por pedidos de aclaración por parte de la Personería y la Procuraduría, la Alcaldía de Medellín adjudicó este martes los $70.000 millones con los que busca reparar la malla vial de la ciudad.

Lea también: ¿Hay interés indebido de secretaria de la Alcaldía al modificar programa de vivienda para funcionarios?

En una audiencia que superó las dos horas, la secretaria de Suministros y Servicios, Tatiana Beltrán Sierra, desestimó al Consorcio Génesis que había presentado la propuesta de menor cuantía y, debido a que este era el criterio de elección madre en el proceso, encabezaba la lista de oferentes.

El rechazo de la oferta tuvo lugar luego de varios pedidos de la administración para que este consorcio explicara cómo estructuró su propuesta económica. Génesis hizo una propuesta por $63.603 millones, por debajo del promedio de los demás oferentes, que propusieron ejecutar el proyecto por $66.328 millones. Pero, en palabras de la Alcaldía, la oferta del consorcio estaba $1.132 millones por debajo del mínimo aceptable.

Entérese: Los malos negocios que empuja Quintero y que tienen a EPM con sus cuentas al límite

Se habló entonces de un precio artificialmente bajo, que podría poner en riesgo las obras, porque la Alcaldía fijó en $404.970 la tonelada de “mezcla asfáltica densa tibia”. En principio, el Consorcio Génesis propuso un valor por tonelada de $359.783 para este material. Luego, tras el pedido de algunos oferentes, el conjunto redondeó la tonelada en $360.000, quedando $44.970 por debajo del valor oficial.

La justificación que dio Génesis para este precio tuvo que ver con que Estructuras y Pavimentos S.A.S —uno de los integrantes del consorcio— tiene participación mayoritaria en Pavimentos Aburrá S.A.S, una productora de asfalto. Eso, dijo el consorcio, les permitió ofrecer precios más competitivos respecto a los demás oferentes.

Pero la Alcaldía, que apeló a un revisor técnico por fuera del comité de estructuración y evaluación contractual, y que además justificó acudir a esta instancia como forma de consolidar su concepto, encontró que los soportes de participación de una de las empresas del consorcio en Pavimentos Aburrá S.A.S no era garantía del monto ofrecido par asumir el contrato.

“En efecto, la mera acreditación de la participación mayoritaria en el capital social no es suficiente para justificar el menor precio ofertado, pues lo cierto es que la participación societaria, cualquiera que sea su giro ordinario, no otorga a los accionistas o socios ventajas, descuentos o tarifas diferenciales en el bien o servicio que ofrecen”, expresó Beltrán Sierra.

De esta forma la adjudicación de la millonaria licitación quedó en manos del segundo proponente en calificación: el Consorcio Construcciones C-2023, que hizo una propuesta de $65.026 millones y está integrado por las firmas Construcciones Diseños y Obras Civiles S.A.S, Infraestructura de Colombia S.A.S (Infraco), Liberty Constructora del Caribe S.A.S y Tecnical Civil S.A.S.

El rechazo de la propuesta del Consorcio Génesis, agregó la secretaria de Suministros y Servicios, también se soportó en que este conjunto no presentó una propuesta de presupuesto indirecto convincente, que pudiera respaldar la ejecución de las obras en medio de alguna contingencia.

Lo que dijo la representación legal de Génesis fue que la Alcaldía acudió a una instancia no reglamentada por la ley —la consulta a un revisor técnico por fuera del comité de estructuración y evaluación contractual—, incurriendo en un vicio por “falta de competencia”.

Y que además compartió toda la documentación requerida en la que argumentó el porqué de sus precios, sus relaciones comerciales, experiencia y brazo de maquinaria y personal. Esto, sin embargo, no convenció a la administración que soportó su decisión en que la propuesta era riesgosa por sus “precios artificialmente bajos”.