Relleno La Pradera pasó en un año de estar al borde del colapso a asegurar su operación hasta final de la década
El vaso La Piñuela entrará en operación en 2025 para evitar el colapso del relleno La Pradera ¿Qué impacto tendrá esto en la recolección de basuras en Medellín y municipios vecinos?
Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.
Por negligencia de la administración anterior, el vaso Altaír comenzó a desestabilizarse y la masa de residuos llegó a moverse un metro diario hacia el río Medellín. La situación, advertida hace un año por el gerente de Emvarias, Gustavo Castaño, representó un riesgo ambiental y sanitario sin precedentes para Medellín y 40 municipios. La infraestructura inferior del relleno, incluida la piscina de lixiviados, estuvo a punto de ser sobrepasada, lo que habría generado una emergencia regional.
Relacionado: Mantener a la Pradera en operación y evitar que colapsara sobre el río Medellín ha costado más de $100.000 millones
¿Qué es el vaso La Piñuela y por qué es clave para Medellín?
Es la nueva celda del relleno La Pradera, con capacidad para operar hasta 2029. Su entrada en funcionamiento evita un colapso sanitario en Medellín y otros 40 municipios.
¿Qué hizo EPM para estabilizar el relleno sanitario La Pradera?
Ni el trabajo de 500 personas repartidas en turnos para cubrir las 24 horas, ni los miles de millones invertidos para construir pozos, drenajes y geoembranas lograban frenar el avance de esa gigantesca masa, un problema agravado por el duro invierno que padecía el país en ese momento. El gerente llegó a reconocer que solo para recoger la basura en la zona baja y volverla a llevar a la parte alta del vaso, para dilatar su llegada al río, se habían tenido que gastar más de $16.000 millones, un desagüe de recursos públicos que fue inevitable por la situación que presentaba el relleno que recibe los residuos de más de 40 municipios de Antioquia.
Tratamiento de lixiviados: ¿cuánto mejoró la gestión ambiental en 2024?
Pero el panorama que entregó este martes 24 de junio fue completamente diferente. Según señaló el gerente, gracias a la capitalización total de $337.000 millones por parte de EPM, la estabilización del relleno sanitario fue posible con la construcción, entre otras obras, de 27 pozos para la extracción forzada de lixiviados, la instalación de un dique con material rocoso y la impermeabilización del suelo natural, para evitar el contacto con los residuos.
Con esa inyección de capital, en un momento en el que Emvarias padecía un estrangulamiento financiero, se construyeron nuevos drenajes para el manejo de aguas lluvias, se instaló una cobertura sintética sobre los residuos y se implementó un sistema de monitoreo continuo con tecnología avanzada.
La recuperación de la capacidad técnica y tecnológica del relleno quedó en evidencia con la disminución en 2024 de la carga contaminante tratada de lixiviados que terminó en el río Aburrá. En 2023, Emvarias logró tratar 340.074 m³, mientras que en 2024 fueron 360.491m³, equivalente a 55m3 de lixiviados tratados por día, un aumento del 6% respecto a 2023. Esto fue posible con la recuperación de capacidad hidráulica que había perdido el relleno.
“Enfrentar el reto de recibir La Pradera en condiciones tan complejas, fue un desafío en el cual pusimos toda nuestra capacidad técnica, administrativa y financiera, con los mejores profesionales al frente para atender la situación. Cuando se hace el trabajo con compromiso, con eficacia y se hace un uso transparente de los recursos públicos, se obtienen este tipo de resultados”, aseguró el gerente Castaño Galvis.
Además: Las ratas en Medellín han aumentado por el mal manejo de las basuras: son 338 puntos críticos
El vaso La Música: la celda reactivada que evitó una crisis mayor
Tras el fin de la vida útil de Altaír, que operó hasta el 30 de noviembre de 2024, entró nuevamente a operación el vaso La Música, un vaso que terminó su vida útil en 2014 y que tuvo que ser reactivado como parte de esas maromas para mantener la prestación del servicio de disposición final que diariamente recibe cerca de 3.500 toneladas de residuos. Con las adecuaciones a este vaso, que consistieron en unas labores de compactación aprobadas por Corantioquia, la empresa logró tener un remanente de capacidad que da los tiempos casi justos para que entre en operación, por fin, el vaso Piñuela, que tuvo que haber entrado a funcionar en 2022, bajo la administración de Daniel Quintero, que dejó la obra en 0% de avance.
La construcción de Piñuela comenzó en diciembre con un equipo de 1.500 personas que deberán ponerlo a operar en el tercer trimestre de 2025. La firma SP Ingenieros es la encargada de esta obra civil que, según conoció EL COLOMBIANO, tiene como uno de los retos más críticos la construcción del que tiene que alcanzar una cota de 1.130 msnm para el inicio de operación. El hueco que tienen que estabilizar para recibir los residuos de medio departamento hasta 2029 tiene que tener una profundidad superior a los 50 metros, es más o menos el tamaño del edificio de Bancolombia, para hacerse una idea. Todo ese proceso incluye la excavación de material heterogéneo y en roca, llenos estructurales y de nivelación, tratamiento de organales, construcción de filtros, box culvert, canales de descarga, además de todo lo relacionado con el Plan de Manejo Ambiental.
Audiencia pública: ¿qué reclaman las comunidades cercanas al relleno La Pradera?
El próximo sábado 28 de junio será un momento crucial para presentar los avances del relleno sanitario, pues se llevará a cabo la audiencia pública en la que los campesinos de las 22 veredas que han padecido históricamente por la operación del relleno expondrán una serie de denuncias ante varios altos funcionarios del gobierno nacional y entes de control.
Se espera que asistan las ministras de Ambiente, Vivienda, Agricultura y Transporte, así como a la Defensoría del Pueblo, Contraloría, Procuraduría, Superintendencia, y concejales de Medellín, funcionarios del Distrito y de la Gobernación de Antioquia.
Posiblemente, sea una audiencia compleja, pues la posición del gobierno nacional, tal como quedó establecido en el Plan de Desarrollo, es que los rellenos sanitarios no pueden prolongar su vida útil más allá de la que tengan ya vigente y las administraciones locales tienen que empezar a presentar avances concretos sobre el tránsito a nuevas tecnologías para la disposición de residuos sólidos.
En Medellín, como en prácticamente todo el país, la tabla de salvación casi única sigue siendo mantener abierto el relleno sanitario.