Economía

“Quitar aranceles al hilo acabaría cultivos de algodón e hilanderías”: Gustavo Lenis, presidente de Fabricato

La advertencia es del presidente de Fabricato, Gustavo Lenis, quien en diálogo con EL COLOMBIANO y expuso sus reparos frente a un proyecto de decreto del Gobierno. El empresario explicó en qué estado se encuentra el proceso de reestructuración de la textilera.

Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.

hace 5 minutos

La entrada en vigor del decreto que bajará a 0% el arancel de aduanas sobre la importación de insumos y materias primas para los sectores de confección y calzado, entre ellos los hilos, provocaría que se acabe con el cultivo del algodón en el país.

Así lo advirtió el presidente de Fabricato, Gustavo Lenis Steffens, quien en diálogo con EL COLOMBIANO cuestionó que el gobierno de Gustavo Petro esté adoptando una serie de decisiones que perjudican el proceso de reindustrialización, afectando cadenas productivas no solo de la industria manufacturera, sino de la agricultura.

El empresario también criticó que desde el sector de las confecciones se apoye la medida, sin tener en cuenta el grave impacto que tendría sobre el empleo en el campo.

El proyecto de decreto, que estuvo fijado para comentarios hasta el pasado 30 de septiembre en la página del Ministerio de Comercio, señala que se ha identificado un escenario de desabastecimiento coyuntural en el mercado interno.

Dicho desabastecimiento obedece a la creciente presión de flujos de comercio internacional caracterizados por la importación masiva de bienes finales a precios reducidos, lo que ha tensionado la demanda de insumos intermedios, limitando la capacidad de respuesta de la oferta local y afectando la disponibilidad oportuna de materias primas estratégicas”, se lee en el texto de la iniciativa.

En otras palabras, se busca encarar con esta medida la competencia agresiva que suponen las plataformas como Temu y Shein para el sector confeccionista, que el año pasado ocupó en el país a 406.000 personas.

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Desde la óptica de la cartera de Comercio, la reducción de costos asociados a las materias primas e insumos constituye una condición necesaria para que la rama de producción nacional de confecciones y calzado pueda competir en mejores términos frente a los productos importados, aumentando la productividad, mejorando los márgenes de competitividad y preservando el empleo en este sector estratégico.

Pero, a juicio de Lenis no se están considerando los alcances de una medida que solo beneficiaría los bolsillos de unos pocos, que buscan ahorrarse el arancel con el que están gravados algunos insumos claves para la actividad confeccionista.

El proyecto de decreto abarca 10 insumos y materias primas del sector confecciones y calzado, ¿cómo lo interpreta usted?

“Este proyecto de decreto lo que está persiguiendo es eliminar los aranceles a los hilos. Es la primera vez que yo veo que en Colombia se ataca una parte de la cadena”.

¿Qué pasa si se firma ese decreto?

“Las hilanderías, que son pocas después de ser más de 20 (hoy quedan Fabricato, Hilanderías Universal y Colhilados) tienden a desaparecer, porque si a mí como Fabricato me sale más barato un hilo trayéndolo de Oriente, ¿para qué lo voy a producir aquí?”.

Menciona que están atacando a una parte de la cadena, ¿qué efectos prevé se vendrían?

“Además de destruir una parte de la cadena, que es la de fabricación del hilo, para mí es más grave lo que pasaría hacia atrás y es que se acabaría el cultivo del algodón en Colombia, porque, ¿quién va a comprar el algodón? Eso sí es realmente destruir una parte de la cadena y cuando uno va a investigar quiénes son los cultivadores de algodón en Colombia, se encuentra que son pequeños agricultores, quienes no tendrían nada que hacer. Y la otra parte compleja es que esa rotación que se hacía con el algodón de las tierras, la pasaban de maíz o de sorgo a algodón y otra vez volvían a cereales, se acaba también”.

¿A quiénes favorecería ese decreto?

“Estuve leyendo algunas declaraciones de la Cámara Colombiana de la Confección, según las cuales plataformas como Temu y Shein están perjudicando a las confecciones y a los retailers. Me pregunto: ¿La manera de arreglar eso es acabar con el cultivo del algodón? Es un tremendo error. ¿Saben cuánto pesa ese hilo dentro del costo de la prenda? No llega al 1%. Es el 0,6% del costo de la prenda. ¿Cuál es la competitividad que está ganando la industria de la confección cuando está apuntándole al 0,6% de su costo? El problema no está ahí, la diferencia entre una prenda de Temu o de Shein y la de una tienda es del 40% o el 50%. Entonces, díganme si pegándole al 0,6% van a arreglar el problema”.

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¿Con quién ha tratado este asunto?

“Esto lo hemos conversado con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a quien le hemos manifestado que tiene que haber una manera de frenar eso. Porque no se trata estrictamente de un contrabando, pero ellos (las plataformas) no pagan IVA, impuestos, no pagan nada, por tratarse de importaciones menores. Aun así, no puede ser posible que eso no se pueda controlar. Tampoco puede ser que se quiera, como solución, quitar parte de la cadena textil, eliminar el cultivo del algodón y acabar con las hilanderías para ahorrarse el 0,6% del costo”.

¿Qué otras puertas han tocado?

“También fuimos al Ministerio de Agricultura y allí se declararon sorprendidos por este proyecto de decreto. Cuando lleven el tema al Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior, pues la cartera de Agricultura tendrá una postura un poco diferente a la de Industria, porque Agricultura entiende que se acaba el cultivo del algodón y entiende que el cultivo del algodón está mucho más en minifundios que en gran grandes cultivadores y eso perjudicaría a una población grande. Otro ministerio que también está metido en esto es el del Trabajo, porque aquí va a haber un montón de gente que no tenemos que ponerlos a hacer en las hilanderías”.

El asunto también tocaría al Ministerio de Hacienda...

“El Ministerio de Hacienda va a dejar de percibir unos impuestos que son los impuestos del 10% de la entrada de los hilos. Y la preocupación del Ministerio de Hacienda también debería ser el 19% que no están pagando estas importaciones de las plataformas”.

¿En otros momentos se han declarado aranceles para frenar el contrabando?

“Es paradójico que el gobierno sacara un decreto al principio del mandato Petro imponiendo 40% de arancel para las confecciones. Vaya usted a ver qué tanto se ha reactivado el sector de las confecciones. Este no es un problema del hilo, es un problema de control sobre el ingreso de bienes que están trayendo vía plataformas. Hay que caerle al problema grande”.

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Usted coincide con los confeccionistas, quienes aseguran que las plataformas están ingresando grandes volúmenes...

“Sí. Creo que estas plataformas están entrando montones de confecciones elaboradas, porque es que es demasiado barato porque no pagan impuestos, no pagan aranceles, no pagan nada”.

A mediados del año pasado la empresa entró a un proceso de reorganización, ¿en qué va el trámite?

“Va lento. Hubo objeciones, resolución de objeciones, entonces se ha alargado el proceso. La Supersociedades ha sido diligente pero tiene una cantidad de trabajo gigante. Todos ven la situación económica del país y miran hacia las grandes compañías, pero ojalá bajaran para que miren la situación de las pequeñas y medianas empresas”.

¿Pero en qué momento de la reorganización está Fabricato?

“Hay una reciente comunicación de la Supersociedades en la que nos están pidiendo unos avalúos actualizados de todos los activos de Fabricato, y en eso estamos”.

¿Cómo le ha ido a la compañía este año?

“Económicamente ha sido un año muy difícil, pero hemos venido sorteando la situación, no estamos destruyendo valor, y tuvimos utilidades al final del primer semestre”.

¿Pero, cuándo cree que se resolverá el proceso de reestructuración para que avance?

“Tenemos un proceso de reestructuración aprobado. Teníamos una serie de problemas de caja que hemos venido subsanando. Teníamos, por ejemplo, un atraso en el pago de la nómina de jubilados, lo cual ya está al día”.

¿Cómo están logrando esas cifras positivas?

“Hemos hecho algunas cosas distintas. Cuando decidimos cerrar la planta de denim empezamos a desocupar espacios y ahora tenemos parte de la planta de Bello alquilada. También hemos hecho algunas reestructuraciones de procesos”.

¿Contempla la venta de algunos predios?

“Fabricato no puede seguir vendiendo cosas para pagar pasivos, y sin arreglar la situación hacia adelante. Por eso hemos hecho una reestructuración interna, restauramos todo el área comercial y eso nos va a tomar un tiempo porque yo creo que Fabricato tiene que escoger los mercados donde quiere competir y sin ningún problema abandonar algunos otros”.

No será una tarea fácil...

“Hoy en día la industria textil colombiana comparada con las importaciones es mucho más pequeña. Nos volvimos un país importador después de haber sido un país textilero por excelencia. Antioquia era una potencia textil. Solo quedan Fabricato, algunas fábricas de punto y Crystal que es una combinación entre fábrica y exporta muy bien”.

A comienzos del año pasado se dio el cierre de la planta de denim, ¿qué representaba ese tejido en los ingresos de la empresa?

“Con esa decisión cortamos los ingresos entre un 30% y 40% y esto llegó a ser el 50%, pero luego de la pandemia cuando se empezaron a normalizar los puertos, los precios de los contenedores, y a bajar los costos empezó a entrar tela de todo tipo. Ahora el contrabando de denim no es menor. Si se ven los números de las importaciones históricas, incluyendo Fabricato sin producir esa tela, esas importaciones han venido bajando y el consumo no ha bajado, o sea que hay un porcentaje de más del 30% del total del consumo de denim en el país que es de contrabando, que tiene todo el ingrediente lavado de activos y contra eso no compite nadie”.

¿Esa reducción del 40% de los ingresos que generaba el denim lo han podido recuperar con la reestructuración?

“No, ni vamos a poder porque nosotros quedamos básicamente con tres líneas. Una que es el dril, que es un fuerte de Fabricato. Después está el punto, que es lo de las camisetas, que ahí más o menos hemos venido creciendo en ventas. Pero este un tema de foco, porque uno no puede ponerse a competir con todo el mercado que se le aparezca, uno tiene que escoger. El mercado de punto es muy grande, así que uno tiene que elegir hacia dónde quiere ir, así venda menos, pero de mayor valor agregado. Y después están los no tejidos, que son estas telas que se usan en temas médicos. Ahí también hemos disminuido porque las importaciones nos han golpeado un poco. Afortunadamente entiendo que ya estamos volviendo a ganar clientes porque la calidad no es igual”.

¿Está exportando Fabricato?

“Sí. Creo que hay que hacer un esfuerzo mayor porque creo que hay mercados donde nosotros podemos entrar, así sea con confección porque la calidad de la confección colombiana es muy buena. Creo que falta un mayor esfuerzo exportador”.

¿A cuáles mercados van esas ventas?

“Algo mandamos a México, vendemos en Ecuador más que todo telas, pero estamos tratando de entrar con confecciones. Ahora exportamos algo al Reino Unido y Canadá de dotaciones, aunque son exportaciones muy pequeñas pero uno en eso tiene que ir sembrando. Creo que tenemos algunas oportunidades en Brasil como confeccionistas donde tenemos un aliado (Capricornio) y estamos buscando algo en esa línea. Aclaro que nosotros no queremos ser confeccionistas, queremos exportar con socios confeccionistas, no confeccionar”.

¿Y cuando Donald Trump (presidente de Estados Unidos) amenaza con subir aranceles al 50%, qué pasa con esas ideas de exportar más?

“El mercado americano es muchísimo más difícil porque allá hay que irle a las marcas. Fabricato no está diseñado para eso, nosotros estamos cambiando la estructura comercial para poder llegar a eso, pero hoy no estamos diseñados para eso. Yo le voy a poner un ejemplo. Todas las exportaciones y las ventas para exportación de Fabricato, hace poco más de 2 años, eran a través de CI Jeans, una empresa que llegó a tener 3.500 personas empleadas y hoy la liquidaron. A nosotros ahí se nos fueron 500.000 metros de denim, y a partir de ese momento empezó a fallar esa línea de negocio porque nos quedamos con el mercado colombiano que tiene precios entre $7.000 y $8.000 por metros, que es más o menos lo que vale el algodón, hasta algunas marcas que pagan más, pero requieren volúmenes bajos y uno no puede tener una planta de un millón y medio de metros al mes haciendo 100.000 metros o menos, entonces decidimos cerrarla”.

¿Han ganado licitaciones del Ejército?

“Sí. Este año hemos ganado algunas de ellas. De esas licitaciones ganamos una de la Fuerza Aérea, alguito de la Armada y eso hay que entenderlo porque no solo hay licitaciones para uniformes, también para material de intendencia, morrales y carpas. Ese negocio tiene una ventaja y es que es de volumen, por lo que le permite a uno planear la producción de otra manera”.

¿Qué pasó con toda la maquinaria que producía denim?

“Ahí está parada. Nos encargamos de hacerles mantenimiento”.

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¿Conserva la esperanza de volver a prender esas máquinas?

“No. No tengo ninguna esperanza. Para ser claro: La situación de denim ha venido empeorando, y es que el contrabando ha venido aumentando. Además es muy fácil contrabandear denim, porque la mayor parte del diseño de esa tela ocurre en la lavandería donde la tiñen o la destiñen más o menos y le abren unos rotos. Y hay otros tipos de denim que son los laborales de unos precios bajos y en los que el valor agregado es muy poco. O sea, la capacidad de competir de nosotros ahí es muy limitada, porque el valor agregado es mínimo”.

¿El negocio inmobiliario qué tanto oxígeno le da a la compañía?

“El tema inmobiliario en términos de facturación es bajo, pero no se puede negar que a nosotros esa caja nos ayuda mientras acabamos todas las reestructuraciones internas. Recuerde que nosotros tenemos dividida la producción de telas de la actividad inmobiliaria. El foco de nosotros no es lo inmobiliario, lo que buscamos es que la operación textil arroje números negros, porque es la única manera de garantizar la supervivencia de Fabricato y su proyección. Yo creo que Fabricato tiene proyección, no haciendo lo que está haciendo estrictamente. Podemos evolucionar, tenemos una planta industrial que puede hacer un montón de cosas que no estamos haciendo. Podemos ingresar a unos mercados de mayor valor que los que estamos sirviendo en este momento. Entonces sí hay que buscar opciones que existen”.

¿Con qué personal de planta cuenta la empresa y cómo está operando?

“Tenemos más o menos 1.200 empleados. Operamos de lunes a domingo. Hay plantas que son 24/7 y otras que no. Por ejemplo, con todas estas nuevas regulaciones (reforma laboral) y el recorte de las jornadas laborales hemos cambiado la operación para poder ajustarnos a eso. Porque apagar una planta de un proceso continuo es un complejo. No es que uno apague los switches y ya, es algo diferente”.

¿Cuáles son los volúmenes de producción de la empresa?

“Estamos alrededor de los 2,2 millones de metros al mes. Tenemos una capacidad instalada contando tejidos de punto y de denim de 5 millones de metros”.

¿Qué opinión tiene de lo que resta del mandato del presidente Gustavo Petro?

“Pues hombre, mire, yo que he sido una persona muy cercana a la aviación solo le digo que a uno le toca volar en todas las condiciones atmosféricas posibles (risas), y sortear los malos tiempos. Lo que sí me parece es que la incertidumbre pega duro porque la planeación se complica bastante. Cuando usted tiene certidumbre y tiene el mercado adelante, se fija objetivos y sobre ellos empieza a trabajar. Pero cuando tiene una situación tan fluctuante y, pongo el ejemplo de los aranceles, dígame usted cómo voy a hacer yo el presupuesto de 2026”.

¿Es decir que de esa iniciativa normativa depende qué pueda pasar con Fabricato en 2026?

“Si pasa el decreto y se suspenden los aranceles, a mí me toca cerrar la planta de hilados que es grande. Nosotros llegamos a comprar 1.200 toneladas de algodón al mes y ahora estamos en 300, pero si pasa el decreto, bajamos a 100”.

¿Qué pasaría con la compañía entonces?

“No pasa nada porque importaríamos todo. Pero es una lástima. El presidente Petro habló al principio del gobierno de una reindustrialización y lo que estamos viendo es todo lo contrario. Desindustrializando, eso es lo que está pasando”.