Columnistas

GRACIAS A LAS FUERZAS ARMADAS

23 de julio de 2016

El hermano de mi amigo Fernández, estaba cumpliendo con su servicio militar en la Escuela de Caballería y el dragoniante se la tenía al rojo. No lo podía ver tranquilo porque le ponía una tarea y de las más humillantes.

Cierta vez iba Fernández con un caballo de cabestro a cambiarle una herradura que tenía floja y el dragoneante al verlo le preguntó con malicia:

--¡Hey!, ustedes dos, ¿para donde van? Tratando de equino al soldado. Este con malicia respondió:

--A picar caña pa’ los tres mi dragoneante.

Milicia en latín significa dura, sufrida. “Militia est vita hominem super terra”. Dura es la vida del hombre sobre la tierra y la del soldado es peor. La formación militar es muy exigente y algunos altos oficiales creen que mientras más griten o humillen a sus subalternos, mejores soldados formarán.

Lo cierto es que estos hombres y mujeres que deciden pertenecer a las Fuerzas Militares, escogen una vida dura. Lejos de sus familias, dispuestos a obedecer sin chistar. A renunciar a comodidades y a agachar la cabeza y prepararse para defender la patria y los ciudadanos. Ofrendar sus vidas por hacer respetar las instituciones, los territorios nacionales, sus emblemas patrios, la Constitución y las leyes.

La recompensa de nuestros soldados y policías es tener el honor de pertenecer a la fuerza que escogieron, llevar con orgullo su uniforme y recibir los reconocimientos que el ejercicio del cargo representado o la antigüedad, les hagan merecer. El orgullo del deber cumplido, muchas veces se viene abajo cuando el pueblo no les reconoce sus sacrificios. Cuando estos militares se ven envueltos en investigaciones por decisiones que tuvieron que asumir por su cargo, se les viene la moral encima.

Hoy tenemos en Colombia, miles de soldados y policías encarcelados y muchos más, separados de sus cargos por delitos cometidos en facción y muchos de ellos fueron condenados o separados de sus cargos por injusticias de sus jueces o por imputaciones falsas de los tantos enemigos que se ganan por su profesión de servidores públicos.

El 20 de julio nos sirve en Colombia para recordar con gratitud a nuestros soldados y policías. Cuando los vemos marchar en los desfiles con sus uniformes de gala o de combate sentimos una emoción de patria y de sentirnos protegidos. Cuando vemos los aviones de la Fuerza Aérea cruzar los cielos colombianos, se nos infla el pecho de orgullo y gratitud.

Pero cuando los vemos pendientes de nosotros en las carreteras, o empantanados por los caminos veredales con grandes morrales al hombro o los vemos cruzar los ríos en sus lanchas “pirañas” para vigilar hasta el último rincón de las selvas y cuando los vemos competir en sillas de ruedas haciendo deporte con sus cuerpos mutilados por defendernos a nosotros de los bandidos, nuestra gratitud se desborda por esos hermanos que un día derramaron su sangre por defendernos. Gracias.

Ñapa: La Comisión Nacional del Servicio Civil hizo una convocatoria para proveer 3.400 cargos en Medellín y Antioquia. La convocatoria es nacional y la hace la U. de la Sabana. Es decir que los costeños y los pastusos y bogotanos podrán venir a devengar del presupuesto de Antioquia y Medellín. ¿Por qué cuando las convocatorias son de otros departamentos y ciudades no invitan a los antioqueños?.