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Lo que deja huella

Lo que hoy necesitamos es una mayor sincronía entre quienes somos y lo que hacemos: mostrarnos tal como somos. La autenticidad se cotiza al alza.

28 de agosto de 2022

Tuvimos el placer de compartir con Ángela Zapata, experta en marcas conscientes, en el programa Mujeres Líderes. Fue poderoso oírla y vivirla. Nos dio una charla sobre marca personal que para muchos representa la manera como nos vemos o queremos proyectarnos al mundo, el producto que queremos ser. Ángela, desde un amor profundo por lo que hace, da un giro y lo plantea como la huella que dejamos en el mundo y en los demás, aquello que nuestro nombre evoca.

Su charla me hizo pensar en la cotidianidad, donde es fácil perderse en las tareas y los afanes de cada día. Me hizo pensar en tantas veces que vivimos con una separación entre lo que somos y lo que hacemos, y me hizo un llamado urgente por cuidar la intención y la acción. Fue una poderosa reflexión en una semana en la que necesitaba preguntarme con más fuerza sobre la huella que dejo en los demás.

Hace unos años las prácticas empresariales y los liderazgos que se imponían requerían llevar muchas máscaras, requerían evocar siempre la perfección y la autoridad. Bien parece ser, y me alegra, que lo que hoy necesitamos es una mayor sincronía entre quienes somos y lo que hacemos: mostrarnos tal como somos, no ser muchas marialuisas, sino una sola. La autenticidad se cotiza al alza; la capacidad de mostrarnos vulnerables, el actuar a conciencia, también.

Es así como logramos que luego de semanas intensas queden aprendizajes, pero también queden sonrisas y conexiones genuinas. Es así como podemos apreciar la pregunta inesperada que nos hace pensar y repensar, los momentos que nos enseñan y nos hacen humildes. Es en esa humildad que nos desprendemos del ego y nos damos cuenta de que se necesita de cariño para reinventarnos, que es desde el amor desde donde se encuentran las soluciones a los problemas.

La huella es precisamente eso; en palabras de Ángela, “la gestión consciente a lo que sale de ti”. Gracias a ello, esta semana recojo muchas cosas que me han marcado, aliados que se sienten orgullosos de lo que hemos logrado, la dulzura y contundencia de aprender a respirar mejor, la capacidad de levantar la mano del equipo cuando hay temor o duda, la apertura para hablar de cosas difíciles con líderes y mentores sabiéndote en un lugar seguro, la energía para enfrentarse a conversaciones valientes, las lágrimas de miedo y de felicidad.

Desde esta autenticidad podemos reconocer la importancia de construir con amor en todos los ámbitos, para sobreponernos a momentos de tensión. Desde la autenticidad creamos valor y generamos finalmente soluciones creativas. Y como me enseñaron en una reunión: que no solo estemos en la mente de las personas, sino también en sus corazones.

Que tengamos el coraje de hacernos conscientes de la huella que dejamos, y la paciencia y el amor propio para corregir lo que no nos guste de ella