SILENCIO
Székely János escribió Los infortunios de Svoboda, una sátira política demoledora, y una de las novelas más lúcidas que leí este año que está por terminar, esta a su vez me permitió descubrir a un escritor español llamado Pablo d’Ors, que redactó su prólogo. Nacido en 1963, d’Ors es sacerdote católico, escritor, consejero vaticano y amante de la meditación, su Biografía del silencio es una pequeña joya que va ya por la treintava edición, allí asegura que el amor, el arte y la meditación funcionan por la magnanimidad del desprendimiento, porque “para escribir, como para vivir o para amar, no hay que apretar, sino soltar, no retener, sino desprenderse”. A través de la meditación asistimos al agrietamiento de la personalidad, para que surja una nueva.
Comparto con ustedes, a manera de regalo, algunas reflexiones que hallé en esta lectura: “cuanta más confianza tenga un ser humano en otro, mejor podrá amarle; cuanto más se entregue el creador a su obra, esta más le corresponderá. El amor -como el arte o la meditación- es confianza. Y práctica, claro, porque también la confianza se ejercita”.
“La meditación es una disciplina para acrecentar la confianza. Uno se sienta y ¿qué hace? Confía. La meditación es una práctica de la espera. Pero ¿qué espera realmente? Nada y todo. Si se esperara algo concreto, esa espera, no tendría valor, pues estaría alentada por el deseo de algo de lo que se carece. Por ser no utilitaria o gratuita, esa espera o confianza se convierte en algo neta y genuinamente espiritual”.
“Al estar aparentemente inactivo, cuando estoy sentado (meditando) comprendo mejor que el mundo no depende de mi, y que las cosas son como son con independencia de mi intervención. Ver esto es muy sano: coloca al ser humano en una posición más humilde, le descentra, le ofrece un espejo a su medida.”
“Es absurdo condenar la ignorancia pasada, desde la sabiduría presente”.
“Absolutamente nada es ahora como hace un instante. Participar de ese cambio continuo que llamamos “vida”, ser uno con él, esa es la única promesa sensata de la felicidad”.
“Tú eres lo que queda cuando desaparecen tus pensamientos”.
“Lo que nos hace sufrir son nuestras resistencias a la realidad”.
“Si en el mundo se nos enseña a cerrarnos al dolor, en la meditación se enseña a abrirnos a él. La meditación es una escuela de apertura a la realidad... la meditación silenciosa y en quietud ha sido acusada de sofisticado masoquismo; y es que se llega a un punto en que uno desea sentarse a diario con la propia porción de dolor: frecuentarlo, conocerlo, domesticarlo ...el dolor va cambiando de signo conforme se lo frecuenta”.
“Todo problema no es a fin de cuentas más que una idea que yo tengo sobre determinadas situaciones. La situación no es el problema, sino que el problema es mi idea sobre la misma. En cuanto abandono la idea, el problema desaparece”.
“Las dificultades son oportunidades que el destino nos ofrece para crecer”.
“Cuando uno se busca a sí mismo adecuadamente, lo que acaba encontrando es el mundo”.
Hay que vivir la vida como “culto, cultura y cultivo”, “las palabras cambian el mundo, pero el silencio nos cambia a nosotros”. Felices fiestas.