Simonyi, el telescopio que revelará los secretos del universo, ya comenzó a mirar: estas son sus primeras imágenes
¿Y si pudieras ver cómo nació una galaxia o seguir el rastro de un asteroide en tiempo real?El telescopio Simonyi, desde el Observatorio Vera C. Rubin en Chile, acaba de captar sus primeras imágenes del universo con una nitidez nunca antes lograda: una galaxia a punto de colisionar, cúmulos estelares y nubes de materia flotando a millones de años luz.
Periodista de medio ambiente de EL COLOMBIANO. En sus ratos libres se dedica a la lectura, al quehacer dibujístico y a la maternidad de gatos.
En el centro de la imagen, una galaxia espiral parece detenerse justo antes de colisionar con otra idéntica. A su alrededor, miles de puntos brillantes se esparcen como una explosión silente: cúmulos de estrellas, remanentes de colisiones, galaxias elípticas y nubes difusas de materia.
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Se trata de un fragmento del cielo, capturado por el nuevo Observatorio Vera C. Rubin de NSF–DOE, no de una fantasía digital ni una simulación, se trata de un pequeño recorte del cúmulo de Virgo, una región ubicada a unos 65 millones de años luz de la Tierra y compuesta por más de 2.000 galaxias, muchas de ellas interactuando en una danza cósmica tan distante como violenta.
Así se ven las primeras imágenes del universo captadas por el Rubin
Las imágenes, publicadas el 23 de junio, corresponden a la primera luz del Telescopio de Rastreo Simonyi del Observatorio Rubin, ubicado en Cerro Pachón, en la Región de Coquimbo, en Chile, corresponden a una prueba inicial de su sistema óptico y tecnológico que, pese a que todavía no forma parte de un proyecto científico formal, los resultados son tan impactantes como reveladores: como asegura la entidad, cada una de estas tomas —hechas con una Cámara LSST de 3.200 megapíxeles— tiene tal nivel de detalle que sería necesario ensamblar 400 pantallas 4K para verla a escala completa.
Una vez inicie oficialmente su operación, se espera que el Rubin genere cerca de 20 terabytes de datos por noche, registrando el cielo visible del hemisferio sur cada tres o cuatro días, a lo largo de una década.
¿Qué lo diferencia de otros telescopios modernos?
“La capacidad óptica del Telescopio de Rastreo Simonyi es una cosa increíble”, afirmó Pablo Cuartas, profesor de Astronomía de la Universidad de Antioquia. “Estas imágenes iniciales no tienen todavía un valor científico como tal, simplemente están ensayando el telescopio, pero ya en el ensayo estamos viendo resultados espectaculares”.
Asimismo, destacó que este observatorio inaugura una nueva generación de telescopios para el siglo XXI, entre los que se incluyen el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés) y el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), todos ubicados en Chile. No obstante, lo que diferencia al Simonyi es su diseño óptico innovador de tres espejos, capaz de cubrir 3,5 grados del cielo en una sola toma, que le permite capturar desde asteroides cercanos a la Tierra hasta galaxias extremadamente lejanas.
Pero el impacto de este telescopio no radica solo en su resolución, sino también en su diseño, concebido para abordar uno de los retos más fascinantes de la astronomía contemporánea: estudiar el cosmos a través del tiempo. Esto será posible gracias a que su cámara tomará imágenes de alta resolución de las mismas regiones del cielo una y otra vez, generando una película detallada del firmamento en movimiento.
“Desde supernovas y cuásares hasta estrellas variables y lentes gravitacionales, vamos a poder observar millones de objetos que cambian literalmente cada noche”, explicó Aaron Roodman, director adjunto del proyecto y líder de la Cámara LSST, durante una rueda de prensa citada por el medio especializado Astronomy.
Este mapeo temporal no solo permitirá ver cómo cambian los objetos del cielo, sino que ayudará a responder algunas de las grandes preguntas del cosmos. “Vamos a poder estudiar supernovas de gran corrimiento al rojo, lo que facilitará el entendimiento de la tasa de expansión del universo”, apuntó Cuartas. Es decir, este fenómeno, conocido como la paradoja del parámetro de Hubble, podría ser aclarado gracias a las capacidades sin precedentes del Rubin.
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Además, el telescopio permitirá observar lentes gravitacionales con una precisión que podría revolucionar nuestra comprensión de la materia y la energía oscuras, los dos componentes invisibles que, para los modelos actuales, constituyen más del 95 % del universo. Sobre este punto, Cuartas indicó: “La idea es que sea más un telescopio cosmológico, pero como puede observar objetos muy débiles, también identificará cuerpos dentro del sistema solar, como asteroides cercanos y objetos del cinturón de Kuiper”.
De igual forma, la detección temprana de asteroides con trayectorias potencialmente riesgosas es otro de los aportes esperados una vez inicie plenamente la operación científica del observatorio.
Aunque los datos definitivos comenzarán a recopilarse a finales de este año, las imágenes preliminares ya permiten vislumbrar lo que está por venir. Como dijo Mike England, moderador del evento de presentación citado por Astronomy, “el Rubin Observatory es verdaderamente una máquina de descubrimientos.
¿Qué descubrimientos se esperan en los próximos años?
En su primer año producirá más datos que todos los observatorios anteriores combinados”. Según las proyecciones, al finalizar la década del proyecto LSST, se acumularán más de 500 petabytes de información y se habrán registrado unas 800 tomas de cada porción visible del cielo, lo que derivará en billones de mediciones de miles de millones de objetos.
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¿Quién fue Vera Rubin y por qué es tan importante este telescopio?
Bautizado en honor a Vera Rubin, la astrónoma pionera que ofreció las primeras pruebas de la existencia de la materia oscura, el observatorio no solo lleva su nombre: encarna su legado. “Estamos todos muy felices”, concluyó Cuartas desde Medellín, “porque este instrumento abre una nueva etapa en nuestra capacidad de comprender el universo”.