La NASA reveló que en los lagos de Titán, la mayor luna de Saturno, podrían nacer estructuras clave para la vida
El hallazgo, publicado en la revista International Journal of Astrobiology, abre nuevas posibilidades para comprender cómo podría surgir vida en mundos diferentes a la Tierra.
Una nueva investigación de la NASA sugiere que en los lagos y mares de Titán, la mayor luna de Saturno y la segunda más grande del sistema solar, podrían formarse de manera natural estructuras conocidas como vesículas, compartimentos microscópicos que en la Tierra son considerados un paso crucial para el surgimiento de la vida.
Los científicos definen a Titán como el único mundo, aparte de la Tierra, con líquido estable en su superficie. Sin embargo, en lugar de agua, sus lagos y mares contienen hidrocarburos líquidos como etano y metano.
En la Tierra, el agua líquida se considera esencial para que aparezca la vida tal como se conoce. Por eso, desde hace años, los astrobiólogos se preguntan si los líquidos de Titán podrían crear un entorno capaz de generar las moléculas necesarias para la vida, ya sea similar a la terrestre o de una forma completamente distinta.
El nuevo estudio, publicado en la revista International Journal of Astrobiology, describió cómo podrían surgir vesículas estables en ese mundo helado. Cabe resaltar que Titán es la única luna del sistema solar con una atmósfera considerable.
La investigación de la NASA se centró en un fenómeno cotidiano que en la Tierra se conoce bien: las diminutas gotas de rocío marino que se forman cuando cae la lluvia.
En Titán, las gotas de lluvia de metano que caen sobre los mares podrían lanzar pequeñas partículas hacia el aire, recubiertas de moléculas anfifílicas. Al caer de nuevo en la superficie líquida, estas capas se unirían y formarían vesículas estables. Con el tiempo, muchas de estas estructuras podrían dispersarse e interactuar en un proceso que, hipotéticamente, conduciría a formas primitivas de vida.
La NASA indica que “si la vía propuesta está teniendo lugar, aumentaría nuestra comprensión de las condiciones en las que podría formarse la vida”.
En Titán, la química y las condiciones son muy distintas. La brumosa y dorada atmósfera, más densa que la terrestre, está compuesta principalmente de nitrógeno, con una cantidad significativa de metano. Ese metano forma nubes, produce lluvias que tallan ríos y llenan lagos, y después se evapora para reiniciar el ciclo.
La energía del Sol también rompe moléculas en la atmósfera, generando compuestos orgánicos complejos, lo que para muchos científicos recuerda procesos que pudieron ocurrir en la Tierra primitiva.
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Según Conor Nixon, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, la presencia de vesículas en esta luna sería señal de un aumento en el orden y la complejidad, dos condiciones esenciales para que surja la vida.
“Estamos entusiasmados con estas nuevas ideas porque pueden abrir nuevas vías de exploración en la investigación sobre Titán, y pueden cambiar la forma en que busquemos vida en el futuro”, afirmó.
La misión Dragonfly de la NASA, un helicóptero-robot que despegará hacia Titán en los próximos años, explorará su superficie, tomará mediciones atmosféricas y geofísicas, y evaluará la habitabilidad del entorno.
Aunque no estudiará directamente los lagos, podría aportar datos clave para entender si este misterioso mundo cuenta con las condiciones necesarias para que aparezca vida, tal vez muy diferente a la que conocemos en la Tierra.
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