Una de las enfermedades más comunes asociadas al envejecimiento es la osteoporosis, la cual debilita los huesos haciéndolos más propensos a cualquier tipo de fractura.
Una nueva revisión realizada por especialistas canadienses y publicada en la revista JAMA Network reveló algunas de las claves para comprender el actual panorama de esta afección, la cual es considerada como la enfermedad ósea más común a nivel mundial.
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Lo primero que hay que tener en cuenta es que esta afecta más a mujeres que a hombres: se estima que aproximadamente 200 millones de adultas mayores viven con osteoporosis, una cifra que podría aumentar en las próximas décadas debido al acelerado ritmo de envejecimiento de algunos países. Por ejemplo, el estimado es que una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura a causa de esta enfermedad en algún momento de su vida.
Para llevar a cabo esta investigación, lo que hicieron los expertos fue revisar casi 1.300 estudios realizados en la última década sobre este tema. Ahí encontraron que uno de los mayores retos para tratar esta condición es que los signos de alarma no son tan claros y evidentes como los de otras enfermedades. Al no ser identificables rápidamente los síntomas, las cifras de diagnóstico de la osteoporosis son bajas: pasa en Asia, donde son pocos los casos que se detectan y tratan, especialmente en las zonas rurales.
Otro de los hallazgos clave son las diferencias de los factores de riesgo entre hombres y mujeres. En estas últimas, uno de los más importantes son los cambios hormonales causados por la menopausia, específicamente la reducción de estrógenos, ya que este tiene un papel central en la salud de los huesos. Un bajo porcentaje de masa muscular, el sedentarismo, el consumo frecuente de bebidas alcohólicas y el tabaquismo son otros factores de riesgo.