El New York Times se rehúsa a que la Inteligencia Artificial se alimente de sus contenidos
El periódico estadounidense prohibió el uso de su contenido para entrenar a ChatGPT
El periódico New York Times no quiere alimentar con su contenido, modelos de inteligencia artificial (IA), por eso ha tomado medidas que le ayuden a prevenirlo.
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Según informó Adweek, el periódico actualizó sus los Términos y Condiciones de su servicio el pasado 3 de agosto para prohibir que su contenido, incluido el texto, las fotografías, las imágenes, los clips de audio/video, el “aspecto y la sensación”, los metadatos o las compilaciones, se use en el desarrollo de “cualquier programa de software, incluido, entre otros, el entrenamiento de un sistema de aprendizaje automático o inteligencia artificial (IA)”.
Dentro de las actualizaciones de los Términos y Condiciones especifican, por ejemplo, que herramientas automatizadas como los rastreadores de los sitios web, diseñados para usar, acceder o recopilar dicho contenido no se pueden usar sin el permiso por escrito de la publicación.
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Además, según el periódico, negarse a cumplir con estas nuevas restricciones podría terminar en multas y sanciones no especificadas. A pesar de introducir las nuevas reglas en su política, la publicación no parece haber realizado ningún cambio en su archivo robots.txt, el archivo que informa a los rastreadores de los motores de búsqueda a qué URL se puede acceder.
Según el portal de tecnología The Verge, esta medida tomada por el New York Times, “podría ser en respuesta a una actualización reciente de la política de privacidad de Google que revela que el gigante de las búsquedas puede recopilar datos públicos de la web para entrenar sus diversos servicios de IA, como Bard o Cloud AI. Muchos modelos de lenguaje grande que impulsan los servicios populares de IA, como ChatGPT de OpenAI, se entrenan en grandes conjuntos de datos que podrían contener materiales protegidos por derechos de autor o de otro modo extraídos de la web sin el permiso del creador original”.
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De manera muy simple, la Inteligencia Artificial se puede definir como el esfuerzo por imitar la inteligencia humana usando un software. Para esto se utilizan algoritmos y modelos matemáticos capaces de procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático, que es la capacidad de una máquina para aprender de forma autónoma a partir de datos sin ser programada específicamente para hacerlo.
Así, a lo que se niega el periódico de la ciudad de Nueva York es a que su contenido alimente estas novedosas formas de inteligencia. Aunque según informó también The Verge, “OpenAI anunció recientemente que los operadores de sitios web ahora pueden bloquear su rastreador web GPTBot para que no raspe (no extraiga información) de sus sitios web. Microsoft también agregó algunas restricciones nuevas a sus propios T&C que prohíben que las personas usen sus productos de IA para “crear, entrenar o mejorar (directa o indirectamente) cualquier otro servicio de IA”.
Aunque la Inteligencia Artificial se asume como un gran avance tecnológico, los riesgos que presenta no son pocos, ni mucho menos sutiles. La ONU, por ejemplo, ha instado a tomar medidas urgentes, pues la IA puede resultar siendo una amenaza para la paz y la seguridad mundial. Esta herramienta puede ser tan buena como desastrosa, todo depende del uso que se haga de ella. Organizaciones como The Associated Press y el Consejo Europeo de Editores, también se pronunciaron al respecto a través de una carta abierta en la que pidieron a los legisladores mundiales introducir reglas que exijan transparencia en los conjuntos de datos de capacitación y el consentimiento de los titulares de derechos antes de usar los datos para la capacitación.