Giovanny Cardona M

Nací con la vena de las ciencias sociales y las humanidades. Primero fue la iglesia (fui monaguillo), después fue la Cruz Roja, luego fui secretario de las juventudes de un partido político en mi pueblo, pero el corazón me lo robó la economía.

Abandoné mi pueblo y me fui a estudiar. Me hice economista en la URSS de Gorbachov, luego me hice magister en la Bogotá de Mockus, me especialicé en la España de Rodríguez Zapatero y por último me doctoré como pedagogo en la isla de Raúl y Fidel. Esos periplos me enamoraron de la economía internacional. Hoy estudio en Argentina todo lo que tiene que ver con la integración latinoamericana, particularmente el Mercosur y la Unasur.

La docencia ha sido mi esposa, me casé con ella hace ya casi 20 años y he tenido miles de hijos. Algunos habilitaron, otros repitieron, pero la mayoría ha aprendido algo de mí. Me fascina enseñar, no sé de donde me salió este gustico, pero nadie me lo quita: soy feliz en un salón de clases. Sólo falta que mi hijo quiera saber de economía, pero a él le picó fue el bichito de la literatura, hoy vive en Estados Unidos y eso estudia.

He escrito libros, de Teoría del Comercio Internacional la mayoría, aunque por ahí le “puse los cuernos” a la ciencia con unas cuantas metáforas que llamo versos. Prometo no volverlo a hacer.

Mi último libro – Comercio Mundial, Tendencias y Estructura, Esumer 2010- trata de entender y hacer entender el entramado de la economía global: por qué el dólar se pone caro o barato (eso que los expertos llaman devaluación y revaluación), qué tanto pesan las remesas en nuestra balanza de pagos, por qué la OMC empieza negociaciones y después de 10 años no las termina, etc. etc.

Ese soy yo y quiero meterme en este blog para hablar con todos los gomosos de los temas del entorno económico y de la economía internacional. Voy a tratar de guiar, de explicar cosas, pero no pretendo dar clases. Espero que conversemos, que intercambiemos ideas, que miremos la economía con diferentes lupas: keynesiana, marxista, neoliberal, etc. Eso sí, vamos a ser rigurosos.

Vamos a hablar con lenguaje claro pero con precisión, con rigor de ciencia y de método, pero de una manera muy didáctica para que todos nos entendamos.