Por: Chepe
- Foto: Hernán Vanegas. Camilo Pérez, figura del triunfo ante Once Caldas en al Copa Postobón
Somos un equipo de contrastes. Hace dos semanas el panorama se veía oscuro; asistíamos a la declive de un Nacional que no mostraba argumentos en la cancha, en la dirección técnica, ni en la parte dirigencial. Ahora y con los ánimos apaciguados estamos en la cúspide, aunque no perfecta, de una romería sin igual que brindan los buenos resultados.
Eso si, Nacional por estos días anda de dientes apretados desde el cuerpo técnico. El ambiente no es el mejor hacia la hinchada, los medios de comunicación y quizá hasta dentro del equipo. La reiterados comentarios del técnico Ramón Cabrero, tienen incomodo a un sector que no entiende va la actitud del adiestrador.
Si bien, él tiene total autonomía para tomar decisiones, debe procurar por generar un mejor ambiente entre todos los frentes que confluyen en Nacional. Si tomó la determinación de irse en pocos meses, pues que lo haga, igual su contrato estaba pactado hasta el mes de junio. Lo que no es nada agradable es que se vaya en contra del único bien preciado que tiene la institución verde: la hinchada.
Ya se ha hablado mucho de la situación de Cabrero, es mejor dejar ese caso aparte y que las cosas fluyan por su cause normal, por el momento estamos en alza y mal haríamos recaer sobre esas situaciones que tanto nos han incomodado.
Una nueva alegría. ¡Qué deleite! Buena demostración de fútbol la que el kínder de José Fernando Santa dio esta semana en el comienzo de la Copa Colombia. Con buena cara y con mucha madurez vimos a Camilo Pérez, que en la hora ahora precisa, ante tanta expulsión de los centrales en el equipo principal, puede ser acercado para darle una mano con todo ese cúmulo de vivencias que ha recogido en el verde, el Envigado y la Equidad.
Otra grata impresión dejó Víctor Ibarbo. En otrora, se le criticó, pero ahora con destellos de fútbol demuestra que le puede aportar mucho Nacional. Esa actitud con la que actuó ante el Once Caldas el miércoles, debería ser la constante de todos los partidos. Buena por esa Ibarbo y ojalá que aproveche la oportunidad que le brinda el cuerpo técnico.
En conjunto, Nacional está mejorando, aunque le falta mucho. En el equipo principal, se pasó de dos derrotas en línea a tres victorias. Un síntoma de mejoría a nivel futbolístico y una alegría para la hinchada que no le falla al equipo de sus amores. Los pelaos de Santa ratifican un buen momento que brilló desde aquella noche ante Universitario en el partido de pretemporada en el Atanasio. Nacional sube como espuma, ojalá que no sea un simple espejismo.