Por Sebastián Aguirre
@aguirresebas 

La hinchada y los jugadores celebraron de manera efusiva la clasificación a la final. FOTOS JULIO CÉSAR HERRERA Y HENRY AGUDELO

Todos los equipos grandes en el mundo tienen siempre una obligación: jugar finales y ganarlas. Estoy seguro que de las decenas de títulos que poseen Barcelona, Real Madrid, River, Boca, Peñarol y demás gigantes en cada una de las ligas del planeta, muchos los obtuvieron jugando mal, regular, o al menos no como sus hinchadas se los reclaman, de acuerdo a sus particulares identidades de juego .

Pues bien: este Nacional, lo he dicho antes, no enamora, no convence, de ahí que la mayor asistencia en estos cuadrangulares no haya superado los 20 mil aficionados. Sin embargo, la historia, el linaje verdolaga, obliga al equipo a estar siempre en finales y ganarlas.

Es evidente que durante este torneo no ha habido conexión entre parte de la hinchada y el entrenador Juan Carlos Osorio. Muchos de los que dejaron de ir, porque en condiciones normales el Verde no hubiera bajado de 40 mil fanáticos en las tribunas, pusieron este motivo como excusa para su inasistencia. No lo comparto. Yo soy uno de los que he pedido que el Director Técnico no siga en el club, pues aunque es un señor, respetuoso y amable, no me gusta su estilo. Pero he ido al estadio, a compartirle mi buena energía a los jugadores, y gocé este domingo con el triunfo ante Pasto y la clasificación. Pese a esto, no he perdido mi sentido crítico.

Por eso, mi pedido para el ida y vuelta decisivo ante el Santa Fe, comenzando el próximo domingo 14 de julio a las 5:30 p.m. en nuestro estadio, es que nos unamos todos, y abracemos a nuestro equipo. Que lo arropemos, y juguemos un papel fundamental para llegar a la 12. Como aquella final del 2005, cuando ante el mismo rival, y con varias bajas importantes en la titular, ganamos la octava estrella, con una tribuna que empujó hasta el cansancio, para en la conclusión celebrar.

Qué rico ver el estado lleno, las banderas, los cantos. Dejar a un lado las críticas, todas válidas por supuesto, pero que en este momento no suman para lo que Nacional requiere: que su gente lo acompañe, lo siga, lo lleve de la mano a la gloria, en donde debemos estar siempre, jugando bien o mal, como dicta la jerarquía. ¡Vamos Verde, que te amamos!

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