Como resultado de un trabajo riguroso y con la convicción de beneficiar a los estudiantes colombianos, el Gobierno Nacional inició en 2018 un proceso para potenciar la infraestructura educativa en el país que hoy es sinónimo de éxito.
A 2018, se habían entregado apenas 40 proyectos. Hoy, cuatro años después, el Ministerio de Educación y el FFIE han llevado esa cifra a 270 y llegaremos a 350 al finalizar el cuatrienio. Esta es la nueva realidad de la infraestructura educativa en Colombia.
Aulas nuevas y mejoradas, y espacios como laboratorios, bibliotecas, comedores y salas de tecnología. Asimismo, se atendió el sector rural colombiano, para que niños, niñas y adolescentes en todo el territorio encuentren mejores y más modernos espacios de aprendizaje.
En cuatro años, se pasó de 40 colegios entregados a 270 a
la fecha y el 2022 cerrará con más de 150 infraestructuras educativas
adicionales entregadas. Asimismo, se han entregado 1.100 mejoramientos rurales.
El cambio es evidente.
Con una inversión que asciende a los 680 mil millones de pesos, el Gobierno Nacional está renovando la infraestructura de colegios oficiales en todo el país. A la fecha, se han entregado 1.100 y se adjudicaron 1.864 colegios adicionales. Las obras incluyen la adecuación de las aulas, cambio de cubiertas y pisos, la instalación de nuevos sanitarios y lavamanos, el reforzamiento de muros y columnas, el cambio de ventanas y enchapes, y la intervención integral de comedores, restaurantes y residencias escolares, que benefician a más de 263 mil estudiantes en el país.
La Institución Educativa La Cabaña, sede San Juancito Medio, en Urabá, Antioquia, disfruta de las mejoras a sus instalaciones con un restaurante escolar incomparable, como dicen sus estudiantes.
En Riohacha, las estudiantes de la Institución Educativa Familia de Nazareth estrenan una sede con más y mejores espacios para el aprendizaje. ¿Y lo mejor? ¡Se trata de una sede propia!
El trabajo articulado entre el Gobierno Nacional, territorial y el sector empresarial para mejorar las condiciones de acceso, permanencia, bienestar y calidad educativa continúa llegando a territorios apartados o priorizados a través de Obras por Impuestos, un mecanismo para promover la participación del sector privado en proyectos productivos y en obras de construcción que aporten al desarrollo rural, a la agricultura y a la reactivación económica y social.
Gracias a este mecanismo, las empresas privadas realizan obras de impacto social y participan activamente en la transformación de las regiones que requieren de su compromiso como partícipes de su desarrollo. Adicionalmente, avanzan en sus políticas de responsabilidad social y fortalecen los lazos de confianza con las comunidades donde operan.