Es un libro corto. Se lee con afán de devorarlo. Con gula. Un sentimiento contradictorio. Generar una curiosidad morbosa por saber más mientras cultiva un rechazo natural a creer que es cierto.
Tiene una magia y es que permite vivir escenas desde diferentes ojos, estar en el mismo lugar ocupando las personalidades de varios involucrados: a favor, en contra, indiferentes, observadores pasivos y los activos también.
Más curioso aún es que con su lectura no se identifique un culpable. Por el contrario,...