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Juan Manuel Alzate Vélez
Columnista

Juan Manuel Alzate Vélez

Publicado

8*. Serrucho

Por JUAN MANUEL ALZATE VÉLEZ

alzate.jm@gmail.com

La Ilustración (siglo XVIII), dejó su marca en la historia por poner la razón en el centro de la discusión. Un tumbo en la trayectoria histórica previa donde reinaban arbitrariedades religiosas (dominando voluntades) o sociales (monarquías).

A pesar de que su corriente cultural nació en el Reino Unido, y más tarde iluminó a Spinoza (1632-1677), en Francia aparecieron los exponentes que le dieron forma a este movimiento: Voltaire (1694-1778), Diderot (1713-1784), Rousseau (1718-1778). A ellos se sumaron otros como Schiller (1759-1805) y von Humboldt (1769-1859) en otras geografías. Pusieron sobre la mesa ideas que de forma manifiesta se proponían disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad mediante las luces del conocimiento y la razón. No en vano. Hasta hoy se siente la influencia de La Ilustración en nuestras vidas. Quizás hasta identificar exceso de razón en elementos tecnológicos que indujeron el hiperindividualismo del periodo actual, El Posmodernismo (S. XXI). Muy bien descrito por Gilles Lipovetski y que ejemplifica hablando del impacto de audífonos y reproductores de música portátiles en las personas.

En el medio de esas dos corrientes, tuvieron lugar El Romanticismo (finales del S. XIX) contrarrestando el racionalismo de La Ilustración, y El modernismo (finales del S. XIX y principios del S. XX) entendiendo la justicia a partir de la belleza.

Hoy, filtrando actitudes y pensamientos colectivos a la luz de la pandemia y el aislamiento, nacen ideas que cuestionan la tendencia que reinaba globalmente. Interrogantes para discutirse abiertamente.

Solo por listarlas, se cuestiona la intensidad de un sistema productivo como el actual que antepone el crecimiento a la eficiencia. Uno en el que oscilan en una delicada balanza el nivel de exigencia profesional, con el desplazamiento de prioridades familiares y emocionales. Así como crecer más, o el impacto sobre la naturaleza y los ecosistemas demandando bienes que, después de este tiempo, se juzgan no tan necesarios. Productos viajando medio mundo para llegar a casa, cuando puestos a prueba, existen cadenas de abastecimiento local que favorecen economías más cerradas y robustas, sin tanto impacto.

Leer esto produce un “ras-ras” chirriante en la cabeza. Ese serrucho dividiendo opiniones interiores porque hasta ahora, una cosa es lo enseñado, aprendido y ejecutado; pero en adelante, probablemente será algo muy diferente. Un nuevo capitalismo, más consciente.

Los inmersos en el mundo de programación de computadores hablan de ciencia de datos: la manipulación de grandes volúmenes de datos para tomar decisiones. Cumple cuatro etapas según su madurez: (i) datos, mediciones crudas de cualquier variable sin ningún tratamiento, no dicen mucho; (ii) información, datos que procesados se pueden interpretar y sugieren algunas ideas; (iii) conocimiento, información con valor agregado después de pasar por modelos (matemáticos por ejemplo), y que permite tomar decisiones; finalmente, (iv) sabiduría, conocimiento agregado que después de repetirse (iterar) varias veces genera un entendimiento global de la situación.

Haciendo un paralelo, surge la idea de que eventualmente la sociedad en 2020 enfrenta un cambio cultural tan grande como el de La Ilustración. En este caso, no es la razón o análogamente el (iii) conocimiento, el instrumento para lograr superar las tinieblas de la ignorancia. Ahora será la (iv) sabiduría, un paso adelante, ese entendimiento global que no justifica exclusivamente el uso de la razón para que la especie humana se supere y darle nueva trayectoria al mundo. Para vencer el hiperindividualismo. Uno en que las prioridades posiblemente cambien, derivando un beneficio común mucho más solidario y más sostenible.

Las preguntas: ¿qué sentimientos complementan bien la razón para alcanzar la sabiduría?, ¿qué silenciosos y todavía invisibles líderes halarán ese avance?

Se hace oportuno traer las discusiones de Schopenhauer sobre Eudemonología (estudio o teoría de la vida feliz para el hombre en la medida de sus posibilidades), de su libro Aforismos sobre la sabiduría en la vida.

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