Andrés Ríos cumplió 20 años la semana pasada. ¿Y saben dónde los celebró? En el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, el mayor laboratorio del mundo de investigación en física de partículas. Andrés terminó su bachillerato aquí, y gracias a su propio empeño y dedicación, buen juicio, talento, disciplina y apoyo familiar, está estudiando Física y Matemáticas en el MIT, con notas excelentes. Y por estas notas la universidad lo seleccionó para hacer una pasantía de verano en el CERN. Cualquier físico del mundo anhela estar allí (es donde se ha investigado el famoso bosón de Higgs), y formar parte de alguna investigación. Andrés no tuvo que esperar mucho tiempo para ir al CERN.
Andrés es el claro ejemplo de que los chicos pueden conseguir sus sueños, si perseveran en ellos. Quizá nunca antes como hoy, esta generación ha tenido la oportunidad de conocer la existencia de experiencias internacionales que los ponen a soñar. Pero las posibilidades para conseguir los sueños comienzan con la disciplina. Desde noveno Andrés está dedicado a la Física: participó en cuantas olimpiadas locales y nacionales hay en esta materia y gracias a ello logró un cupo para participar en las olimpiadas internacionales de la IPhO, en Estonia 2012, donde recibió mención de honor.
Por su empeño y disciplina (claro que también por su talento, pero el talento sin disciplina solo consigue chispazos geniales que se esfuman en el tiempo), Andrés logró ingresar a la mejor universidad del mundo, según el QS World University Rankings. Con mucha dedicación, porque el nivel de exigencia es altísimo, ha logrado que sus profesores pongan la mirada en él.
Para Andrés, su cumpleaños número 20 será inolvidable. Si su estilo de vida fuera otro, probablemente esta fecha la hubiera vivido en una discoteca de moda, con una rumba que con los años pasa al olvido. Pero, desde hace varios años, Andrés tiene claro dónde poner la energía de su juventud. ¿Dónde estará cuando tenga 30, 40, 50 años? ¿Podrá soñar con ser uno de los próximos nobeles de Física del mundo? Para una persona como él, no es un sueño inalcanzable, porque su talento lo está cultivando con estudio, disciplina y dedicación. Sabe que tiene toda la vida por delante, y esa vida se la está, desde ya, devorando con pasión y entrega por lo que le gusta.
Hay un asunto para destacar: su familia nunca lo ha presionado para que sea el mejor. No lo atormenta con el tema; solo lo apoya y lo ama.