viernes
0 y 6
0 y 6
¿Quién es el primer ministro nacional? Los permanentes conflictos y problemas relacionados con la explotación indiscriminada de los recursos naturales no nos permiten conocer ¿cómo son las especies con las que nos relacionamos, crecemos e identificamos? ¿Es acaso con el cóndor? ¿El oso de anteojos? ¿El chigüiro o el jaguar? Los británicos esta semana no solamente eligieron sus políticos gobernantes sino, simultáneamente, su pájaro nacional. Este evento me hizo acordar que la identidad nacional basada en lo natural fue otra gran ausente del articulado del nuevo Plan de desarrollo nacional.
De acuerdo con el documento elaborado por el Observatorio de Políticas Públicas, Alertas Tempranas y Procesos Emergentes del Instituto Alexander von Humboldt, y publicado en su propia página web, las principales críticas al Plan que puedan afectar la implementación de la Política Nacional de Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE) son que “este Plan únicamente concentra los resultados ambientales sectoriales a metas globales de desempeño como emisiones de carbono y disminución de la tasa de deforestación”, olvidándose de las demás.
El Instituto resalta que la información no se articulará con indicadores de pérdida de biodiversidad o con incidencia en la creación de conflictos sociales, ambientales o indicadores de bienestar.
Según el von Humboldt la transformación del campo requiere, con urgencia, una mirada equilibrada del territorio. El instituto resalta que desde la estrategia territorial del Plan, vale la pena aclarar que “no se incluye la visión de la región amazónica”. Siguen vigentes los interrogantes relacionados con los conflictos que genera el choque de visiones locales y nacionales cuando estos se encuentran en el territorio.
Desde esa perspectiva, según este observatorio, “debería incluirse la región amazónica como aquella que brinda la oportunidad de construir un diálogo provechoso de saberes y construcción de confianza que apunten a la gobernanza territorial, es decir, aquella que construye el bienestar social y ambiental desde la propia visión de los protagonistas”.
Este grupo de investigadores resalta que el territorio denominado Llanos Orientales: ambiente, agroindustria y desarrollo humano desde su planteamiento “ya genera controversia, pues se hace una apuesta de desarrollo ligada al modelo agroindustrial, a pesar de existir grandes incertidumbres sobre las dinámicas ambientales territoriales, considerando desde este Plan “arriesgado enfocar los esfuerzos en este modelo de desarrollo”.
Según el observatorio, otro tema que brilla por su ausencia es que “el anterior Plan Nacional de Desarrollo posicionó los temas de biodiversidad y los servicios ecosistémicos en el eje de sostenibilidad ambiental. La actual propuesta no los nombra de manera explícita”.
Se resalta que el biocomercio y ecoturismo son necesarios y requieren de apoyo del Gobierno Central en las condiciones actuales de pérdida de biodiversidad y urgencia de oportunidades para la paz y superación de la pobreza.
También resalta que Colombia es un país anfibio y tiene una importante tradición de pesca artesanal, por lo que el sector pesquero requiere “atención urgente para evitar el colapso por amenazas internas y externas”.
El otro ausente es el reconocimiento que deberían tener los derechos de propiedad intelectual en cabeza del Estado, relacionados a los resultados de los proyectos de investigación y desarrollo financiados con recursos públicos, que según este instituto el valor de este activo debe debatirse públicamente antes de autorizarse la cesión de derechos a título gratuito. Para este propósito “La investigación sobre biodiversidad busca la distribución justa y equitativa de los beneficios que se deriven de su uso, incluyendo el respeto a la producción del conocimiento”.
Mientras que en Colombia la minería a gran escala, el fracking y el glifosato se toman los medios de comunicación nacional, en el Reino Unido el petirrojo, el frailecillo, el aguilucho pálido, el milano real, el cisne blanco, la lechuza, el mirlo, el herrerillo y el chochín se disputan sus propias elecciones y se roban la atención global. ¿Cuándo será ese día en el que proteger el patrimonio natural sea nuestra propia identidad?.
