Por Omar Flórez Vélez
En un escenario de incertidumbre, es destacable la actitud responsable y solidaria de muchos empresarios en la dirección de sus compañías arriesgando su sostenibilidad. Son otros héroes, que a pesar de las circunstancias tan adversas han sido solidarios con sus trabajadores y la comunidad.
La actual coyuntura requiere una gerencia de la crisis. Enfrentar la crisis con gran capacidad de adaptación a la transformación digital y tecnológica para tener costos eficientes de producción, promover el consumo, avanzar en el teletrabajo, garantizar la bioseguridad de trabajadores, proveedores y clientes, mejorar el servicio, responsabilidad social y sostenibilidad de las compañías. El reto es claro: Ser productivos, innovadores y emprendedores.
La pandemia nos sacudió la zona de confort obligándonos a revisar procesos y métodos en las diferentes áreas de la empresa, siendo la tecnología la gran protagonista. Hay que invertir en la transformación digital y en capacitación del recurso humano.
Innovar o reinventarse, verbos que todos debemos conjugar para lograr la supervivencia de la empresa, satisfaciendo necesidades y gustos de los consumidores/usuarios, muchos de ellos también reinventados.
La solidaridad será otra dimensión en la tarea gerencial para que la suerte de la gente (trabajadores, proveedores y clientes) y la de las empresas sean armónicas y logren sobrevivir, la economía se oxigene y permita avanzar en la lucha contra la desigualdad y la pobreza que han quedado al descubierto con la pandemia. En este propósito la academia también tiene especial compromiso con la formación de gerentes idóneos, sensibilidad social, honestos y con alta capacidad de resiliencia y adaptación a escenarios de incertidumbre como el actual.