Stratius es un puente pionero de diseño sinuoso que se despliega en tres brazos. Se anuncia como el primero de su tipo y funciona más como puerta que como puente. No sirve para salvar obstáculos físicos. Está pensado para pasar de una manera de construir a otra más eficiente y sostenible. Es una pasarela peatonal que llega para abrir puertas.
El estudio de arquitectura Zaha Hadid ha ideado la forma y el grupo de investigación Block ha calculado cómo hacerlo. La empresa productora de hormigones especiales Holcim ha investigado hasta lograr el material que aligera la cantidad necesaria de hormigón —un tercio menos de lo habitual— para poder fabricar cada uno de los elementos —unidos sin cemento— en la construcción del puente. En Venecia, son los ingenieros de Block quienes explican cómo cada parte funciona como el componente de un rompecabezas, como una de las antiguas piedras unidas con peso y presión sin argamasa intermedia.
El puente fue construido en dos días, a mediados de julio, en medio de los jardines della Marinaressa, al lado de i Giardini, en Venecia. Permanecerá, como una escultura habitable —con suelo y techo— hasta que se clausure la Bienal de Arquitectura en el mes de noviembre. Y además de ofrecer vistas, sombra y agrandar la reputación de autores y fabricantes, el puente debería dar qué pensar. Para empezar, porque combina maneras tradicionales de construir —la mampostería— con sistemas de vanguardia —la producción en impresora 3D o la robótica—. Aunque esté impreso por una máquina, la manera de imprimir los elementos es artesanal, a estratos. El hormigón se imprime en capas ortogonales para crear una estructura estriada tensionada que no necesita refuerzo. Por eso los ingenieros hablan de crear fuerza con la geometría: “Se trata de construir más con menos. Es el material de Holcim, el nuevo hormigón, lo que lo hace posible. Es más ecológico porque necesita menos. También porque evita residuos. Finalmente porque permite la construcción en seco e in situ, con el consiguiente ahorro de agua, energía y transporte”.
En la productora de este nuevo hormigón, lo describen como “una nueva piedra artificial que funciona por compresión. Y requiere la precisión del diseño de estructuras. Es la geometría la que refuerza la construcción y no la acumulación de material”.
“Los anclajes de aluminio absorben el empuje horizontal de los arcos. Entre cada uno de los módulos de hormigón aligerado, que actúan como piezas de cantería, una pieza de neopreno evita que la fuerza se concentre en un punto y ayuda a controlar la fricción, como hace la argamasa en la construcción histórica”, explican los ingenieros. Están hablando de otra manera de construir