Por Ángela Patricia Caicedo F.
Es cierto que la ciudad rebajó su ritmo en estos meses de cuarentena, pero también es verdad que hubo mucha actividad en diversos sectores.
El susto que nos da es que a partir de la semana entrante todo el mundo crea que ya no hay riesgos de contraer el coronavirus y salgan como locos a la calle sin medidas de protección.
En mi vecindario había fiestas casi todos los fines de semana, y eso seguramente va a aumentar, mucha gente está como enloquecida pensando en diciembre desde ya, el comercio ya debe tener todas las campañas promocionales y es muy explicable porque hay que enderezar las ventas.
No creo que nadie vaya a extrañar el confinamiento pero vamos a ver una ciudad congestionada a todas horas, los tacos, las aglomeraciones, la vida como una locura de nuevo. No tenemos claro qué va a pasar con los niños, con los colegios, si podrán volver a clases, algunos padres y madres podemos trabajar desde la casa, pero los que no, ¿qué van a hacer?
Tanta cosa que da hasta risa ver a los políticos peleando y creyendo que a los ciudadanos nos importan sus garroteras.