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En la columna anterior presentamos el kit para candidatos al cargo de elección popular de Medellín, como una herramienta que busca contribuir a una mejor gestión de lo público. Pero las instituciones promotoras del desarrollo no solo deben contribuir con ejercicios de información como este, sino también, usar la misma para plantear propuestas concretas.
En esta perspectiva, el año pasado presentamos el documento Seis líneas para la dinamización educativa regional en la educación básica y media. Ahora hemos elaborado el Documento Desafíos y oportunidades para la competitividad en Antioquia, un trabajo colaborativo entre Proantioquia, Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, Andi, Tigo, Banco de la República y las universidades Nacional, Bolivariana, Eafit. A partir del 9 de julio podrá consultarlo en nuestra página web; aquí una simple reseña.
Hablar de competitividad es hablar de “cómo los países, las regiones y las empresas gestionan sus competencias para lograr un crecimiento a largo plazo, generar empleos y aumentar el bienestar. La competitividad es, por lo tanto, un camino hacia el progreso que no se traduce en ganadores y perdedores” (IMD, 2017). Desde nuestro quehacer analítico, el documento propone focalizarnos en cuatro pilares para avanzar en la competitividad en la región en los próximos años.
El primero, infraestructura y conectividad. Antioquia tiene desafíos en materia de la red vial primaria, costos del transporte y la penetración de banda ancha; el segundo, innovación y sofisticación de las empresas en sentido amplio y estricto: producción de alto y medio-alto contenido tecnológico en la manufactura, importación de bienes de alta tecnología, el gasto en TIC para innovar y el registro de softwares; el tercero, institucionalidad y gestión pública: desempeño fiscal de los municipios, marco regulatorio a las empresas y su índole progresivo, seguridad y acceso a la justicia como servicio público; por último, desarrollo del talento humano: cobertura y deserción en educación superior y media, educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés) y la eficiencia del mercado laboral en su demanda y oferta.
Teniendo los objetivos señalados para cada pilar, que de manera desagregada contienen retos, buenas prácticas y propuestas para Antioquia en clave de factores críticos de éxito y posibilidades de inversión, el documento avanza con respecto a fijar metas para ellos y proyecta cuánto le costaría a la región si esta desarrollara los más importantes durante los próximo cinco años. La cifra asciende a 6.75 billones de pesos, con fuentes de financiamiento público-privado y recursos internacionales.
Una contribución importante del grupo que elaboró el documento es que buscó referentes exitosos nacionales e internacionales para el campo de la competitividad con el fin de ayudar a reducir las curvas de aprendizaje. Algunos de ellos son: Barómetro de cualificaciones de Irlanda del Norte, Proyecto nacional de fibra óptica, Programa de fortalecimiento de entidades territoriales del Departamento Nacional de Planeación-DNP y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento -BIRF, entidad adscrita al Banco Mundial -BM.
Que se entienda esto como un esfuerzo y una invitación de Proantioquia por ser coherente con el llamado a converger en torno a la competitividad y la productividad como detonantes de capacidades, condiciones y resultados de prosperidad para toda la sociedad y de la mano de las instituciones y el capital humano de la región.
*Presidente Proantioquia
