Según el Instituto del Futuro, una de las habilidades necesarias para trabajar en la actualidad y de cara a la Cuarta Revolución Industrial, es la Gestión de la Carga Cognitiva. Eso es hacerle digestión a los datos: ¿Cómo priorizar y analizarlos, para extraer de ellos información y conocimiento? Por poner el ejemplo de una sola empresa en el planeta, Google procesa cerca de 25 petabytes de datos al día, algo así como que cada dos días, obtiene y almacena una cantidad de datos equivalente a todos los libros escritos en la historia. ¿Las personas estamos preparadas para hacerle digestión a los datos?
Por primera vez en la humanidad más de la mitad de la población de la tierra está relacionada: Con base en las estadísticas oficiales, más de 4 mil millones de personas se conectan a Internet, lo que casi equivale al 53% de la población mundial. El más alto nivel de interrelacionamiento que se había logrado en la historia, se remonta al siglo XIX, donde uno de cada cuatro habitantes del planeta, era súbdito de la reina Victoria de Inglaterra.
Hacer digestión a los datos implica generar nuevo conocimiento, lo cual requiere de nuestra capacidad de empatía y de comprender otros puntos de vista diferentes al nuestro. Es lo que yo le digo a mis estudiantes durante la introducción a mi curso: los humanistas hablamos en Word, la gente de finanzas habla en Excel, y así cada profesión tiene su propio lenguaje informático. El desafío está en que todas las personas, desde todos los conocimientos, podamos encontrarnos en el mismo Power Point, es decir, en la misma imagen de la vida.
Hacer digestión de los datos, también quiere decir ser responsables por el manejo que le damos a la información. Borges decía “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”. Lo cual, es un llamado de responsabilidad para con lo que se escribe y se comparte, más aún en un país en que pulula la hiperactividad dactilar, para muchas personas indigestas con los datos, que escriben más de lo que leen, y comparten más de lo que conversan.
Como seres humanos biológicamente nuestro cerebro ha evolucionado para encontrar la causalidad a los retos y problemas que enfrentamos todos los días. La Cuarta Revolución Industrial con toda la avalancha de datos que trae encima, nos implica dar un paso más en la evolución de nuestra forma de procesar información: generar correlaciones entre los datos que recibimos todos los días. Me anticipo a la pregunta que ustedes se estarán haciendo cuando leen estas líneas: ¿Nuestro modelo educativo está preparado? La respuesta es no, ni el nuestro, y creo que el de ningún país lo está. Tal vez, muchos estén más cerca de lograr este cambio. Porque si alguien hubiera llegado, no estuviéramos discutiendo a tientas sobre el futuro de la educación en el mundo.