Por Alejandro Gómez Gómez
Universidad Pontificia Bolivariana
Comunicación - Periodismo, semestre 7
alejandro2gomezg@gmail.com
En una sociedad en la que los artistas han tomado una gran importancia en la creación de opinión pública, siendo un claro de esto la participación de artistas como Ricky Martin y Bad Bunny en las protestas que se realizaron en Puerto Rico para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló, hay personas que encuentran inconcebible la idea de encontrar mensajes críticos o de apoyo a movimientos sociales en las producciones o en las redes sociales de los artistas, mientras que otras elogian que estos participen activamente en la creación de una conciencia social y utilicen su influencia para apoyar estas iniciativas. Entonces, ¿deberían los artistas limitar sus producciones para ser algo netamente recreativo o un medio de crítica social?
Desde sus inicios la música ha servido como una forma de visibilizar los conflictos sociales que pasan desapercibidos o una generadora de conciencia frente a los eventos que estén sucediendo en el mundo. Por ejemplo, canciones como Imagine, de John Lennon, en la que en la letra se expresa un ideal de paz o la canción ganadora a canción de 2019, This is America por Childish Gambino en la que el intérprete hace un análisis del estilo de vida americano.
Este tipo de canciones buscan transmitir un mensaje que fomente y permita el reconocimiento de problemáticas como la guerra o el racismo. Aunque habrá quienes escuchen este tipo de canciones y no les genere ningún tipo de pensamiento reflexivo, habrá a quienes estas canciones les abrirán los ojos frente a estas problemáticas. La visibilización de este tipo de problemáticas que suelen ser ignoradas por las burbujas de conformidad en las que las redes sociales y nuestro estilo de vida actual nos han encerrado, tal como lo expresó Katy Perry en su canción Chained to the Rythm.
No hay nada malo con esas canciones que logran que uno se olvide de todo y que dan ganas de bailar locamente como si nadie estuviera cerca y cuyo propósito es netamente entretener, pero también es importante abrirles paso a esas canciones que permiten la creación de un pensamiento y que dan al oyente una postura crítica y, así, fomentar que los artistas utilicen su influencia para poder hablar sobre esos problemas abiertamente.
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