Por Luis Hernán Tabares A.
Corporación Universitaria Americana
Facultad Administración, semestre 4
lhernanta@gmail.com
Las Constituciones de los diferentes países antes de la Segunda Guerra Mundial eran tenidas prácticamente como una carta. Estaban ahí pero como un adorno.
Con el holocausto ocurrido y posterior juicio de Nuremberg llegan cambios trascendentales para la humanidad: surge la Organización de Naciones Unidas y por el doctor Hans Kelsen -el autor de la “teoría pura del derecho”- obtenemos el surgimiento de la Corte Constitucional como guardiana, ama y señora de la Constitución.
Así las cosas, hoy algunos expertos y lógicamente abogados constitucionalistas afirman que el decreto emitido por el Gobierno sobre la emergencia económica contiene vicios que afectan su constitucionalidad y se refieren a medidas insuficientes, ineficaces y a la conexidad. Este último, quiere decir que un decreto que se expide al amparo de las medidas económicas debe tener una relación directa con las causas que motivaron esa emergencia como en este caso con la pandemia de covid-19. Afirman que la caída del precio del petróleo y la subida del valor del dólar son los verdaderos problemas que tiene el Gobierno y venían ocurriendo antes del coronavirus.
Aunque no podemos desconocer el grandísimo gasto social que le toca hacer al Gobierno para ayudar a los estratos más bajos, no permitir que la economía y la salud colapsen y que los colombianos no aguanten hambre, en nuestra economía el valor del dólar y el precio del barril de petróleo son los que lo nivelan. Por lo tanto, la disminución de recursos del Estado por estas causas agrava más la crisis.
Sin demeritar el excelente trabajo de nuestra Corte Constitucional lo que debemos hacer los colombianos es solicitarle al Congreso que regrese a legislar, que no dejemos solo al Ejecutivo ejerciendo esta labor porque cuando a un poder se le otorgan todas esas facultades, primero, rompe el equilibrio de poderes y, segundo, estamos a puertas de que llegue el autoritarismo. Por esta razón, el poder Legislativo, dando oportunidad a la oposición de manifestarse, debe estar legislando así sea en forma virtual. En este momento tan crucial no podemos desconocer que los congresistas son los representantes del pueblo elegidos por voto popular para que nos representen allá en las altas esferas del poder.
En síntesis, todos debemos hoy estar preocupados en cómo vamos a reactivar la economía durante y después del covid-19 debido a que los decretos del Ejecutivo pueden ser viables mientras haya dinero.
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