Tuvimos el privilegio de recibir en Medellín, escuchar y dialogar con Arthur Brooks, profesor de liderazgo y felicidad de la Escuela de Negocios de la Universidad Harvard. Su visita se hizo en el marco del programa de liderazgo público Liderario. Una iniciativa incubada en Proantioquia con la colaboración de Eafit, Comfama y la fundación Fraternidad. Las palabras de este pensador norteamericano, cuyo propósito es sembrar entendimiento, diálogo y decencia en la conversación pública a través del mandato cristiano de “amar a los enemigos”, resonaron con fuerza para cambiar el enfoque en la manera como manejamos los desacuerdos. Podría mencionar tres ideas centrales de su discurso que, además de novedosas, pueden ser fuente de unión en nuestra sociedad.
Primero: Levantar la voz y hablar con claridad. Brooks propone que discutamos más y mejor. No se trata de convertirnos en reaccionarios ante las ideas con las que discrepamos, sino de fomentar el hábito del coraje al expresar con claridad nuestra postura ante un asunto o argumento que consideremos injusto. El objetivo radica en buscar mejores discrepancias, no en huir de ellas. “Una de las maneras más efectivas de combatir el populismo es decir lo que se piensa y, en especial, cuando no se está de acuerdo con algo”. Callar, en últimas, poco contribuye al cambio.
Segundo: Defender a los opositores. “Coraje significa defender a las personas con quienes tenemos desacuerdos frente a las personas con las que estamos de acuerdo”. Atacar y cuestionar a aquellos con quienes tenemos diferencias de opiniones es fácil. Lo difícil es escucharlos con atención, encontrar lo mejor de sus intenciones y argumentos y, aunque no compartamos sus planteamientos, buscar el mayor grado de justicia para incluir sus visiones en las decisiones que se toman. En ocasiones podemos estar del lado de una mayoría que las toma, y en otras, de una minoría alejada del poder; cualquiera sea el caso, lo revolucionario de este planteamiento es tener una actitud de apertura e inclusión para vivir en mayor armonía.
Tercero: Salir de la burbuja cultural. Para tener una mejor comprensión de la sociedad y actuar con mayor justicia es fundamental escuchar y entender otras miradas del mundo. Tener personas con ideas diferentes a las mayoría y visiones del mundo diversas es una manera efectiva de salir de la polarización. En particular, decía el profesor de Harvard, la visión conservadora, y también la religiosa, es necesaria y complementaria en lugares como universidades, organizaciones sociales y empresas cuyo gobierno suele tener otras filosofías. Luchar contra la homogeneidad de pensamiento ayuda a reventar la burbuja social.
Todo lo anterior y otras ideas expresadas por Brooks se resumen en el mandato de “ama a tus enemigos”. Entender el amor no como un sentimiento, sino como una decisión y emplearlo para tramitar en cada ocasión las diferencias que tengamos, incluso con nuestros opositores más difíciles. El amor, como decisión de vida y enfoque para gestionar desacuerdos, es la idea social más revolucionaria que ha existido, según Brooks. Y valga la pena decir que esta idea transformadora y disruptiva no es nueva, tiene más de 2.000 años de existencia