Por Nicolás Osorio López
Universidad Eafit
Facultad Derecho, semestre 10
nicolasosoriolopez@gmail.com
Escribo con sentimientos encontrados frente a la marcha de este 21 de noviembre. Aplaudo a todas las personas que marcharon en paz, y me quito el sombrero ante la forma como se desarrolló la marcha en ciudades como Barranquilla y Medellín, en donde las mismas personas se hacían cargo de evitar que los encapuchados hicieran de las suyas.
Pero siento sincera tristeza porque esto se viera opacado por el actuar de vándalos, desadaptados y anarquistas que protagonizaron los desmanes ocurridos en el Parque de Bolívar, en las ciudades de Cali y Popayán.
Es necesario no minimizar los efectos de las marchas, y mal haría el gobierno en ignorar que el 21 de noviembre ocurrió un verdadero hecho político. No obstante, al buscar un mensaje tras estas manifestaciones, me resulta imposible dar una respuesta diferente a que la ciudadanía –o al menos un sector significativo– está inconforme.
Inconforme por la muerte de líderes sociales, inconforme por la situación ambiental, inconforme con la poca gestión de reformas sociales por parte del Gobierno e inconformidad por buscar solucionar problemas estructurales para Colombia como una reforma al sistema pensional.
Contradicciones como la anterior estuvieron presentes durante la marcha del 21 de noviembre.
Mal haría si limitara el análisis a celebrar la marcha como una herramienta, y no la finalidad perseguida. La marcha sin duda fue una manifestación de un sentimiento popular. Es difícil encontrar un grupo tan heterogéneo de actores como centrales de trabajadores, estudiantes universitarios, partidos de oposición, barras de equipos de fútbol, ciudadanos indignados, faranduleros y chismosos.
Debido a que la marcha no perseguía un único fin, sino más de diez, dudo que el mensaje sea escuchado en su totalidad por sus destinatarios y sucederá lo mismo que sucedió con la consulta anticorrupción: nada.
Espero estar equivocado.
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P.S. El gobierno cumplió y quienes marcharon también. Diferenciemos a quienes participaron pacíficamente de las marchas de los perpetradores de los disturbios.
*Taller de Opinión es un proyecto de
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